La foto de la presentación del proyecto para el salvataje financiero de la Provincia, que elaboraron en conjunto la gestión saliente, de Francisco Pérez, y la entrante, de Alfredo Cornejo, habla por sí misma.

Lo que dice es claro: quién quiere y quién no quiere el acuerdo, quién lo va a aprobar en Legislatura porque no le queda otro remedio para llegar a diciembre sin que el Estado eclosione.

Esto es lo que se puede ver en los rostros de los intendentes y ministros presentes en la reunión. Larguísimas caras. La mayoría de los caciques que perdieron sus comunas, y que pertenecen al sector de la Corriente Peronista, que aún comanda el vicegobernador Carlos Ciurca (como el actual intendente de Luján, Carlos López Puelles, a quien se lo ve aparecer poco y nada en público).

Lo cierto es que el PJ atraviesa por estas horas una división interna sin precedentes, aún peor que la que se presentó antes del armado de listas para las PASO provinciales.

Los que se mostraban exultantes eran los radicales, y los demás partidos que integran el frente Cambia Mendoza, que gobernará a partir de diciembre. Entre ellos los dos máximos impulsores del proyecto: el diputado provincial Martín Kerchner, y el nacional, Enrique Vaquié, además de la vicegobernadora electa, Laura Montero.

El proyecto

El proyecto consta de 23 artículos, en los cuales queda establecido que se autorizará a la Provincia a endeudarse en $2.600 millones para salvar el déficit del 2015. Ese monto incluye lo que se dio en llamar ”Asistencia Financiera Transitoria” (AFT), un crédito del Banco de la Nación Argentina; el vencimiento de Letras de Tesorería y la deuda a municipios y proveedores.

También se permite endeudamiento por $2.200 millones en concepto de amortización de la “deuda histórica” de la Provincia, es decir, la que se arrastra de ejercicios anteriores.

Por otra parte, se permitirá la emisión de un bono por $1.000 millones para pago a proveedores, que podrá emitirse una vez consolidada la deuda flotante, a partir del 31 de diciembre del 2015.

También está en juego la renegociación del contrato con el mencionado banco como agente financiero de la provincia, y fue el gobernador electo el encargado de subrayar este punto. “Queremos hacer la mejor negociación posible con el banco Nación”, sostuvo.