El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, encabezará en Córdoba la segunda reunión del Gobierno nacional con los gobernadores para cerrar los acuerdos bilaterales por el reintegro escalonado del 15 % de la coparticipación retenida para el financiamiento de la Anses. Mientras la Provincia continúa armando la demanda judicial para reclamar retroactivamente los fondos, Alfredo Cornejo participará del encuentro con la intención de firmar el convenio con la Nación para recuperar progresivamente el porcentaje retenido sin dejar de lado la deuda vieja.

Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, fue el primero en acordar con la gestión Macri. Ese mismo lunes 16 también estamparon su firma los gobernadores Juan Manzur (Tucumán), Mario Das Neves (Chubut) y Omar Gutiérrez (Neuquén). Al día siguiente, el primer mandatario de Misiones, Hugo Passalacqua, pasó por la Casa Rosada y se sumó a la lista de provincias que cerró trato con el Gobierno nacional.

Según publica hoy Clarín, la administración macrista no reverá la oferta realizada pero podría incluir una cláusula que indique que la firma del acuerdo no implica la renuncia a la deuda acumulada, tal como acordó con Cornejo en la siesta de ayer. Por eso, los ministros de Economía de algunas provincias peronistas como La Pampa, Formosa, Chaco, Catamarca, Santiago del Estero, Salta, San Juan y La Rioja acordaron no moverse de esta postura. “Si yo firmo sin aclarar, nos quitan el derecho a reclamar y ponemos en riesgo el juicio que hicimos para recuperar los 7 mil millones de pesos que la Nación le debe a La Pampa. Queremos que quede claro que la firma no implica renunciar a la demanda que las provincias ya tenemos hecha por el stock de la deuda”, señaló el gobernador pampeano Carlos Verna durante un acto en su provincia, según el matutino porteño.
 

Monzó en el Congreso

El acuerdo por la coparticipación está directamente emparentado con el tironeo que se produce en la Cámara de Diputados, donde maneja los hilos su presidente, Emilio Monzó. Los portales dan cuenta de esta especulación que se ubicó en el primer lugar de la agenda parlamentaria. El oficialismo daría quórum en la sesión pero se abstendría de votar el despacho que impulsa el FPV para que se convierta en ley la emergencia laboral que establece la suspensión de despidos por 180 días.

Esta sería la decisión del PRO y sus aliados para que Mauricio Macri luego vete. De este modo, sería de un menor costo político vetar el proyecto del massismo que, por otra parte, demanda más dinero fiscal por el apoyo al sector de las pymes.