Con el pago a los fondos buitre, Argentina salió del default a un costo de 9300 millones de dólares, que se debitarán del crédito conseguido por el Gobierno nacional, el cual suma un total de 16 500 millones de dólares.

Este era el punto de partida para que las provincias salieran a imitar la operatoria y así sucederá a nivel local. Así, el jueves 21 se publicó el decreto 163 del Ministerio de Hacienda, que comanda Martín Kerchner, que habilita al Ejecutivo a comenzar con las transacciones internacionales. El mismo se firmó en febrero pero se publicó con retraso, esperando las noticias nacionales.

El decreto permite la colocación de bonos por entre 300 y 500 millones de dólares, aunque hasta el momento no se cuenta con precisiones sobre a cuántos años se conseguirán pagar, y a qué tasa de interés se cancelarán. Sin embargo, se estima que se obtendrá el crédito a una tasa un poco mayor al 7,14 % anual –es la que abonará el Gobierno nacional– y menor a la que pagará la provincia de Buenos Aires, que emitió con apuro un bono por 1000 millones de pesos, y su tasa de interés es superior al 9 %. En síntesis, en el Gobierno provincial esperan obtener un interés de entre el 8 y 8,5 % anual.

La licitación para realizar la operatoria internacional se publicó en febrero en un diario económico nacional. En ese momento se presentaron 18 ofertas y las entidades bancarias interesadas fueron 27 –algunas de ellas trabajaron en conjunto–. El Ministerio de Hacienda se maneja con hermetismo en torno a esta información, pero se sabe que no se utilizará –por el momento– para cancelar salarios, aunque sí es posible que parte del empréstito se invierta en pagar un porcentaje del déficit provincial con el que Cornejo inició su gestión. 

En cuanto a los bonos nacionales, el gobierno de Macri logró obtener crédito a 3, 5, 10 y 30 años y del total de 16 500 millones de dólares, el 40 % se utilizó para pagar a los fondos buitre. El 60 % restante será para reactivar la economía nacional.