El ministerio de Salud y Deporte tuvo este viernes el “regalo” de reyes. Es que el gobernador Alfredo Cornejo anunció el fin de la deuda "pinche" que existe desde la gestión de Francisco Pérez y que llegó a 400 millones de pesos.

El anuncio lo hizo el propio Cornejo, junto a todo el equipo sanitario quienes explicaron que la deuda significó un 45% del presupuesto que tiene la cartera, sin tener en cuenta la deuda que hay con las obras sociales. Según el mandatario esto significaba una distorsión de la administración que se vio reflejada en la disminución de la calidad del servicio en los hospitales y centros de salud de la Provincia.

El ministro de Salud, Desarrollo Social y  Deportes, Rubén Giacchi, explicó que también se redujo la deuda corriente (es decir la que se tiene a 120 días) y que implica, según afirmó, un 12% y 15% más por el pago de las facturas.  Asimismo el funcionario explicó que se aumentó la cantidad de proveedores a los llamados a licitación y eso generó obtener mejores precios. “Hoy, en cada llamado se presentan alrededor de 30, por lo que se abrió el juego y se paga a 60 días, lo que da garantía”, sentenció Giacchi.

Equipamiento

De acuerdo a lo que dice la página de Gobierno de Mendoza, en la conferencia de prensa explicaron que en 2016 se invirtieron $ 37 millones para hospitales y centros de salud. Además se compraron tres tomógrafos ($15 millones), siete ecógrafos ($3.5 millones), un arco en C, una torre de endoscopia y una torre de laparoscopia ($5 millones).

Estos avances el gobernador aseguró que no está previsto pedir una nueva emergencia en seguridad. La primera se pidió al comienzo de la gestión, fines de 2015, y que se extendió por todo el año. Para el gobernador la medida dio resultado porque “sirvió para dar ordenar las cuentas”.

Entre las ventajas el ministro argumentó reducir los procesos licitatorios y, aunque se compró poco, el dinero se usó en recursos humanos porque “permitió cambiar a las gente de lugar sin un desarraigo evidente o negar sus derechos adquiridos y nos permitió contratar más horas en especialidades críticas (de 40 a 55 horas)", concluyó Giacchi.