El último miércoles de mayo, el Frente para la Victoria (FpV) realizó la reunión más importante de los últimos tiempos. De ella participaron los cinco intendentes, legisladores de ambos bloques y otros dirigentes partidarios. El objetivo fue tomar una posición “sólida” frente al proyecto para repartir el dinero extra de la coparticipación federal, obtenido por el acuerdo con el gobierno de Mauricio Macri para restituir a Mendoza el 15 % que se le descuenta desde 1992 para fondear a la Anses. Hay que tener en cuenta que esta devolución será escalonada desde este año hasta 2020 y que implica endeudamiento –muy conveniente y a baja tasa–, pero para esto hace falta que la oposición legislativa esté de acuerdo.

Lo que acordaron los peronistas parecía consistente: no aprobar el acuerdo hasta que tuviese el visto bueno del Congreso. La idea era, entonces, demorarlo en el recinto, pedir el tiempo suficiente para que estuviese firme, porque sin contar con la anuencia de las cámaras nacionales, la aprobación local no tiene sentido.

Sin embargo, de buenas a primeras, el miércoles 8 la “firme decisión” del PJ cambió y los legisladores de la oposición, que en un principio iban a aprobar un despacho alternativo, terminaron conformándose con un cambio en el proyecto, dispuesto por Alfredo Cornejo: que el dinero se pudiera utilizar para gastos corrientes. Esto, porque la idea original pretendía que el dinero se utilizara para obra pública y bienes de capital. Esta única modificación hizo que los parlamentarios opositores levantaran la mano por la aprobación.

¿Pero qué ocurrió en el medio? La única razón tuvo que ver, según confió una fuente del PJ, con una palabra que a los intendentes hoy por hoy los tiene aterrorizados: el aguinaldo. “El apremio económico de las comunas es muy grande y la masa salarial de mitad de año, con el gasto extra del aguinaldo, hace que la desesperación de los intendentes aumente. La sola idea de conseguir un salvavidas monetario que garantice este pago extra mueve montañas”, subrayó la misma fuente.

Por lo tanto, la iniciativa opositora más firme de las presentadas en la Legislatura se desdibujó y es probable que mañana martes se convierta en ley en la sesión de tablas del Senado.