Las relaciones que los niños y niñas establecen entre ellos constituyen un importante contexto para el desarrollo socioemocional en la infancia. Cuando los niños y las niñas se relacionan entre ellos adquieren habilidades, comportamientos, actitudes, valores y experiencias que intervienen en su desarrollo afectivo, social y cognitivo a lo largo de la vida.

Las relaciones interpersonales entre los niños y las niñas pueden teñirse de matices positivos y desarrollo de recursos, como así también de situaciones negativas y estresantes como la violencia escolar. La construcción de acuerdos es una de las intervenciones que promueve las prácticas de no violencia en el ámbito escolar.

Según Onetto, “…la experiencia por parte de los escolares de participar en los acuerdos favorece el hecho de que el alumno acepte la norma por convicción, ya que si ha participado en su discusión conoce los argumentos racionales que la sostienen. Entonces no solamente la acata por subordinación, sino que cuando la transgrede puede aceptar la sanción como razonable. Esto sucede si descubrió el sentido de la norma y éste se puso en juego…”.

Es complejo señalar una relación directa entre el acatamiento de un acuerdo de convivencia y la disminución de la violencia, ya que son muchas las variables intervinientes en la dinámica de la violencia en las escuelas. Sin embargo, se destaca por el trabajo empírico realizado que la construcción de acuerdos mejoraría el clima escolar y un buen clima escolar amortiguaría los actos de violencia.

Al respecto, Onetto refiere que la presencia, el respeto y el cumplimiento de un acuerdo escolar de convivencia podría reducir la expectativa de riesgo y aumentar el cuidado por la comunidad escolar. Así, en el marco de un proyecto se llevó a cabo el taller “La construcción de acuerdos entre escolares. Su importancia para una buena convivencia escolar”, con los niñas y niñas de segundo grado de una escuela pública de Maipú. Dicho taller surgió a partir de la necesidad y demanda de una de las docentes de segundo grado debido a la conflictiva relación teñida por los malos tratos que observaba entre sus alumnos, que llevaron a un clima áulico poco armonioso y generaron malestar en la convivencia escolar.

El taller tuvo lugar en la escuela durante la jornada escolar y se realizó con el grado completo de niñas y niños de segundo grado junto con la docente. Participaron dos investigadores de Conicet, quienes coordinaron la actividad, y tres estudiantes avanzadas de la carrera de Psicología de la Universidad del Aconcagua.

El taller se conformó de cuatro momentos: 1) Presentación, clima de trabajo y concepto de acuerdo; 2) Construcción de acuerdos en pequeños grupos a través de la técnica del collage; 3) Puesta en común de los acuerdos y reflexión sobre cada acuerdo en torno a su construcción y cumplimiento y 4) Seguimiento mensual con el grado completo sobre la puesta en marcha de los acuerdos construidos.

Algunos de los acuerdos construidos entre los niños y las niñas fueron: “No decirnos sobrenombres que nos hacen sentir mal”, “No insultarnos”, “No sacarnos las cosas sin permiso”, “ No pegarnos, poder hablar sin gritar”, “Escuchar a la señorita”, “Respetar el turno cuando estamos jugando o queremos hablar”. A modo de conclusión, se trabajó sobre la importancia de la construcción y cumplimiento de los acuerdos, lo cual conlleva a una escuela cuidada y de respeto por el otro; de lo contario, al no cumplir los acuerdos se pone en riesgo cada uno de los niños y niñas y su escuela.