El vocero de la Armada, Enrique Balbi, anunció ante la prensa que gracias a las recientes mejoras en las condiciones meteorológicas se están llevando a cabo nuevas tareas de búsqueda en torno a un objeto detectado a 950 metros de profundidad en el Atlántico sur. “Las condiciones meteorológicas han mejorado”, indicó Balbi, que a pesar de ello pidió “no generar ilusiones” al respecto. Tanto desde la Armada como desde el Gobierno ya se dijo que es imposible que alguno de los 44 submarinistas aún permanezca con vida.

"En este momento se encuentra inspeccionando este objeto, o alteración de fondo que detectó hace unos días el buque oceanográfico Cabo de Hornos, de (la Armada de) Chile", informó esta mañana Balbi en su parte diario sobre la búsqueda del submarino perdido desde el 15 de noviembre.

"Las condiciones meteorológicas han mejorado, hay vientos moderados y olas de dos metros".

"Las condiciones meteorológicas han mejorado, hay vientos moderados y olas de dos metros", agregó el vocero. Según sus dichos, ello permitió la inspección con el sumergible remoto ruso Panther Plus. Balbi pidió “no generar ilusiones” todavía y precisó que se está llevando a cabo la evaluación del objeto detectado, “que de alguna manera coincidía con la cinemática del submarino en cuanto a rumbo y velocidad”.

Hubo ocho comunicaciones

Por otro lado, Balbi también reconoció que el capitán del submarino San Juan realizó ocho comunicaciones satelitales durante la madrugada del día en que desapareció. "Tenemos un listado que en su momento lo recibimos de la empresa que brinda el servicio satelital, corroborando la planilla de telefonía y datos. Son las primeras llamadas del comandante, informando de la falla y cortocircuito. ", explicó sobre este punto.

Antes de desaparecer, el ARA San Juan había reportado una entrada de agua de mar a través del esnórquel al tiempo que se encontraba realizando una recarga de baterías. El agua entró por el sistema de ventilación y afectó una bandeja de conexión de las baterías de proa. El incidente provocó un cortocircuito y humo que la tripulación logró subsanar, según lo reportado por el capitán, de modo que el submarino pudo seguir navegando en inmersión hacia Mar del Plata.

Antes de desaparecer, el ARA San Juan había reportado una entrada de agua de mar a través del esnórquel al tiempo que se encontraba realizando una recarga de baterías.

La explosión detectada por la Organización para la Prohibición Total de Pruebas Nucleares, posiblemente vinculada al submarino y catalogada como “anomalía hidroacústica” fue detectada horas después.

Sin vida

En este momento son seis los buques que barren con sonares el fondo marino para dar con el objeto detectado a 950 metros de profundidad y que, probablemente, se trate del San Juan.

Sin embargo, las posibilidades de rescatar con vida a los 44 submarinistas ya fueron descartadas por La Armada el 30 de noviembre. Recién el lunes por la noche, en diálogo con Todo Noticias, el Gobierno por primera vez, a través del ministro de Defensa, Oscar Aguad, reconoció la muerte de los tripulantes del buque.