Continúa la represión en Siria
A pesar de las advertencias de la comunidad internacional, el régimen Bashar al Assad no cesa de reprimir a los manifestantes. Según fuentes opositoras, desde marzo han muerto más de 2000 personas en los enfrentamientos.
Las fuerzas de seguridad sirias dispersaron hoy con munición real a los manifestantes disidentes en diversas ciudades del país y causaron al menos 10 muertos, informaron activistas opositores.
Junto a estas víctimas opositoras, también murieron tres soldados a manos de las fuerzas de seguridad tras negarse a abrir fuego contra los manifestantes en la ciudad de Dara´a, en el sur de Siria, precisaron los Comités de Coordinación Local.
Al enfrentar a más de diez mil personas reunidas en la central Jebyleh, en la provincia oriental de Deir al Zour, las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes que salían de una mezquita tras el tradicional rezo del viernes, informaron los Comités opositores.
En la ciudad costera de Latakia, directamente se impidió a los hombres menores de 55 años acudir a los rezos en las mezquitas, según informó la agencia DPA, para tratar de frenar las concentraciones.
Además, las shabiha (formaciones parapoliciales del gobierno) atacaron a un grupo de manifestantes al salir de la mezquita de Fatahi, en la misma ciudad.
También hubo un fuerte despliegue cerca de las mezquitas del área de Qaboon, en Damasco, donde vehículos patrullaban la zona para evitar protestas.
En el área de Al Qadm, en la capital, se escucharon disparos, de acuerdo con lo informado por activistas, mientras siete vehículos militares entraron en el barrio de Daraya y comenzaron a instalar barricadas.
Por su parte, unas veinte mil personas tomaron las calles de Khaldiya, en Homs, exigiendo la caída del régimen.
Los activistas opositores convocaron a nuevas protestas tras el rezo del viernes, bajo el lema "Viernes de los Signos de la Victoria", a fin de denunciar la represión del gobierno.
Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo redadas en Dara´a, en el sur, y detuvieron anoche a manifestantes opositores, ante la convocatoria de nuevas marchas para hoy. También anoche se desarrollaron manifestaciones en Homs e Idlib, cerca de la frontera con Turquía.
Al menos 1.855 civiles y 421 efectivos de la seguridad murieron desde el inicio de las protestas en Siria a mediados de marzo, según fuentes opositoras.
Estados Unidos y la Unión Europea pidieron ayer al presidente Bashar al Assad, cuyo partido gobierna desde 1963, que deje el poder al considerar que perdió legitimidad para liderar el país.
El delegado sirio ante la ONU, Bashar al Jafaari, acusó a Estados Unidos y a otros países de llevar a cabo una "guerra diplomática" contra el país.
También Rusia, con poder de veto en el Consejo de Seguridad, criticó hoy las exigencias de dimisión de la comunidad internacional a Assad al considerarlas "prematuras".
Hay que dar más tiempo a la cúpula de Damasco para que ponga en marcha reformas, dijo un portavoz de la cancillería rusa, según la agencia de noticias Interfax.
Moscú saludó la declaración de Assad, que ayer había señalado que las operaciones de la policía y el ejército fueron interrumpidas al darse "una mejora muy considerable de la situación".
Por su parte, un funcionario de la Unión Europea dijo que se están considerando sanciones que podrían afectar al sector petrolero, en respuesta a la continua represión en el país.
El portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, informó que hoy concretamente se realizará un encuentro en Bruselas para debatir el refuerzo de las sanciones contra Damasco.
Fuente: Télam