Consumo problemático: “No se trata de seguir metiéndole balas al que vende, tenemos que prevenir”

Así lo expresó Carlos Damin, toxicólogo y director del Hospital Fernández, durante el Congreso de Salud Mental que se realizó en Mendoza. Dijo que es necesario aumentar el presupuesto para acciones de prevención. Aseguró que este no es un problema de adolescentes, sino de sus adultos referentes.

Consumo problemático: "No se trata de seguir metiéndole balas al que vende, tenemos que prevenir"

"Tenemos hábitos de consumo que no son saludables", dijo el toxicólogo Carlos Damin. Foto: Prensa Gobierno.

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Verónica Gordillo

Publicado el 29 DE NOVIEMBRE DE 2024

La misma acción, el mismo resultado. Con esas palabras se puede resumir el planteo que hizo el toxicólogo Carlos Damin durante su exposición sobre consumo problemático de sustancias en el Congreso de Salud Mental que se realizó en Mendoza. Explicó que poner todos los recursos en la llamada “lucha contra el narcotráfico” y muy pocos, casi nada, en la prevención es la acción que se repite y que produce el mismo resultado, un incremento sostenido del consumo desde hace 30 años y un agravamiento de la problemática que afecta a toda la población, incluida la niñez y la adolescencia.

“No se trata de seguir metiéndole balas al que vende, tenemos que prevenir. Con esto no quiero decir que no se persiga al que vende, eso está muy bien, pero es necesario poner el acento en la prevención, poner los recursos ahí, hacer campañas, abrir espacios de diálogo, hacer algo distinto, porque este problema se agrava todos los años”, dijo el profesional.

Damin fue uno de los referentes que disertó en el Primer Congreso de Salud Mental 2024, que organizó el Gobierno de Mendoza. Cientos de profesionales escucharon diagnósticos y ponencias sobre las problemáticas más acuciantes: consumo de sustancias, suicidios e intentos de suicidios y las consecuencias del juego on line, que afectan a toda la población, pero que muestran especial impacto en la niñez y la juventud.

El médico habló sobre una materia que conoce en profundidad desde la teoría y la práctica. El investigador y profesor universitario dirigió durante 30 años el Servicio de Toxicología del Hospital de Agudos Juan Fernández, de Capital, y desde 2023 dirige esa institución que es referente de salud pública en el país y la región.

La especialista Diana Altavilla, junto al director de Salud Mental de Mendoza, Manuel Vilapriño, y a Carlos Damin. Foto: Prensa Gobierno. 

Crecimiento sostenido

El toxicólogo explicó que el  incremento de la problemática no es una percepción, sino una realidad que palpan a diario en el sistema de salud y que se refrenda en las estadísticas. Comentó que las encuestas que realiza la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar), que es el organismo que coordina las políticas públicas de prevención, asistencia y acompañamiento a personas con consumos problemáticos, muestran el aumento sostenido y desde temprana edad del consumo de alcohol, tabaco, marihuana, cocaína y psicofármacos.  

El profesional enumeró las tres patas sobre las que se asienta el consumo problemático. La primera -dijo- es la existencia de sustancias y en ese sentido explicó que se producen de 3000 a 3500 nuevas cada año. La segunda -siguió- es una persona con capacidad para enfermarse, porque explicó que no es que alguien, por ejemplo, fume y quede “atrapado”, sino que existen causas genéticas y psicológicas para que alguien se enferme. Y la tercera, es el entorno, las características sociales, culturales donde ese ser humano se desarrolla, sea Mendoza o Argentina.

Sobre este último aspecto se explayó el profesional. Dijo que la población argentina se cuida poco, que la salud no aparece en las encuestas como una de las preocupaciones sustanciales, algo que le pareció llamativo en un país que fue el primeo en la región en contar con un ministro de Salud, Ramón Carrillo, en tener un sistema público de excelencia y que cuenta con el calendario de vacunación obligatoria y gratuita más importante de la región. Pese a todo eso, repitió que la población no se cuida.

El toxicólogo dio ejemplos de esa falta de cuidado. Dijo que la población sabe y repite que no es bueno tener sobrepeso ni fumar, ni tomar alcohol, ni medicamentos sin prescripción médica, pero que las acciones vacían de contenido las palabras. “Tenemos hábitos de consumo que no son saludables, se toma alcohol y eso hace que la gente se duerma más rápido, pero en forma menos profunda, que tenga más pesadillas, cada vez hay más trastornos del sueño; la mitad de los psicofármacos que se consumen en Argentina son sin prescripción médica, a las 10 de la noche cenamos y en lugar de dar una vuelta a la manzana nos tiramos en el sillón”, comentó.

Para Damin esta misma lógica de palabras vacías se aplica con chicos, chicas y jóvenes a quienes las familias les repiten que no consuman, que se cuiden al salir, pero sus adultos referentes no lo hacen. “Los chicos aprenden por imitación, nos copian, les decimos cuidate y se van a cuidar como nos cuidamos nosotros. Entonces este problema no es de los adolescentes, es de los adultos. Si nosotros no cambiamos algo, nada va a cambiar. Tenemos que hacer un esfuerzo para mejorar los indicadores que son muy malos”, expresó.

Cientos de profesionales escucharon las exposiciones de especialistas nacionales e internacionales. Foto: Prensa Gobierno. 

Un problema de salud, no de seguridad

Damin planteó que además del rol central de la familia y el entorno social, es clave la presencia del Estado a través de políticas públicas. En este sentido dijo que falta prevención, más campañas de comunicación, capacitación para quienes integran el sistema de salud, más agentes que hablen sobre estos temas en las escuelas, en los clubes, y cuyo mensaje se replicará en los entornos donde se reúnen chicos, chicas y adolescentes. 

El toxicólogo dijo que una política pública certera frente a un problema concreto fue la obligación de que los medicamentos solo se vendieran en las farmacias, un logro por el que trabajaron muchos profesionales. Sin embargo, expresó que sintió tristeza ante la decisión del gobierno de Javier Milei de permitir que se comercialicen en super o en un kiosco, a la que consideró un retroceso, por lo que prometió emprender -otra vez- la lucha por lograr que quienes detentan el poder comprendan que “no se pueden vender medicamentos como golosinas”.

Como una forma de continuar con el debate del tema, el toxicólogo hizo preguntas al auditorio: ¿precisamos publicidad de alcohol?, ¿precisamos publicidad de medicamentos?, ¿para qué necesitamos esa publicidad si no es para vender más? Y cerró el concepto al asegurar que no se necesita esa publicidad, que cuando una persona necesita un medicamento se lo indica y prescribe un profesional.

Una división mundial

Frente a esta problemática que sigue en aumento, el profesional dijo que la respuesta de los Estados no puede ser la misma, que hay que buscar alternativas creativas, porque de lo contrario el resultado será el mismo: el crecimiento continuo y sostenido de sustancias.

Damin explicó que ante esta problemática, el mundo se divide entre abstencionistas y reduccionistas. Comentó que el primer grupo, cuyo mayor representante es Estados Unidos, busca que no existan sustancias, eliminarlas; mientras los segundos, representados por los países europeos, buscan que aun habiendo sustancias, la población elija no consumirlas.

Para el toxicólogo, el abstencionismo es seguir haciendo lo mismo, gastar millones de dólares en la llamada “lucha contra el narcotráfico” y muy poco en prevención. Dijo que esto no funcionó ni funciona en Estados Unidos, que gasta cientos de miles de millones de dólares en esa lucha y donde murieron 103 mil personas por uso de fentanillo (un opiáceo sintético aprobado como analgésico, 100 veces más potente que la morfina) y cuyo consumo es la primera causa de muerte en la franja de 20 a 30 años.

Ese mismo enfoque -dijo el profesional- es el que se utiliza en Argentina donde se gastan millones en la “lucha contra el narcotráfico”, mientras que la Sedronar cuenta con ínfimos recursos para llevar adelante medidas y campañas de prevención.

“Este no es un problema de seguridad, es un problema de salud. No pretendo que se deje de lado esto que se llama la lucha contra el narcotráfico, pero a eso se destinan millones de dólares, mientras la Sedronar tiene un presupuesto mínimo. Necesitamos más agentes, más campañas, más prevención, porque si no hacemos algo distinto, si no cambiamos el enfoque, tendremos el mismo resultado y este es un problema que se agrava todos los años”.

 

*Si tenés problemas de consumo,problemático podés buscar ayuda en los Centros Preventivos y Asistenciales en Adicciones. Hay uno en cada departamento. Consultá aquí las direcciones y formas de contacto.

 

*Ante cualquier duda, podés comunicarte al 148 opción 0. Te orientarán profesionales del área de la Dirección de Salud Mental y Consumos problemáticos.

 

 

 

 

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