Tras la renuncia de la titular del Inadi Mendoza, Karina Ferraris, la joven activista trans Consuelo Herrera asumió el cargo. La flamante funcionaria tiene 29 años y estudia Trabajo Social en la UNCUYO y, si bien afirma que la situación discriminatoria en la provincia se ejerce principalmente sobre las personas homosexuales, trans, gordas y de pieles marrones, es un tema que se debe poner en evidencia para comenzar a erradicarlo. Conocé a quien está al mando del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo y cuáles son sus objetivos.

“En 2019 tuve la oportunidad de trabajar en el mapeo realizando entrevistas en diferentes lugares y en la comunidad trans. El resultado arrojó que las personas más discriminadas son las trans, homosexuales y gordos. Últimamente se ha instalado un tema racial con algunas personas migrantes, como peruanos, bolivianos o latinoamericanos en general. Es un tema con el color de piel, las pieles marrones. Estas son cosas que se tienen que poner en evidencia y erradicarse”, aseguró Consuelo.

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Militante incansable

Consuelo tiene 29 años y es estudiante de la licenciatura en Trabajo Social en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO. En 2016 comenzó su carrera universitaria pese a los obstáculos que le impedían poder integrarse a la sociedad por ser una persona travesti-trans.

“Nací en Tupungato y a los 16 años me hice trans. Allá no pude terminar la secundaria porque las autoridades del colegio al que iba me impedían ir con las uñas largas o el pelo largo. Me vine a Mendoza Capital y hasta el 2013 estuve inmersa en una nube que el sistema me había creado y que yo me creí, y era que yo solamente iba a ser prostituta. Me sentí muy frustrada, la pasé muy mal”, contó Consuelo.

Ese mismo año, a través de una compañera travesti, se enteró de la creación del Aula Satélite 15 de julio, espacio educativo dedicado especialmente para la comunidad transexual. Allí conoció a Mario Vargas, coordinador del lugar y referente en la lucha por la diversidad sexual. “Marito nos dio el amor que nunca recibimos. Nos abrazó de una manera única y junta a las otras personas que estábamos ahí decidimos que ese era el camino para terminar la secundaria”, recordó.

Este fue el paso para ingresar a la universidad pública, sitio donde encontró compañía, apego y apoyo por parte de sus compañeros y compañeras.

Actualmente, Consuelo milita en CLIK (Corriente por la Liberación la Igualdad y el Kambio), una organización LGBTTTIQ que acompaña la lucha de este colectivo. La joven participa de la agrupación desde 2016 y asegura que es muy gratificante trabajar codo a codo con sus compañeras. “Hemos hecho talleres sobre diversidad y el año pasado articulamos con una cooperativa textil que se llama Vientos de Cambio y así pudimos ayudar a un grupo de travestis trans que estaban pasándola bastante mal. De este modo, formamos parte también de la comisión de la marcha del Orgullo y hemos participado de charlas en la UNCUYO con referentas nacionales como Alma Fernández y Florencia Guimaraes. Tenemos mucho trabajo y trayectoria como organización”, afianzó.

“Es necesario traer este discurso lacrimógeno para que la gente entienda el daño que le causa a las personas o a la sociedad con las prácticas discriminatorias, ya sea a nosotras como colectivo o hacia cualquiera. Como comunidad trans nos vemos en la obligación de visibilizar esto, porque no queremos lo mismo para las nuevas generaciones, para que las nuevas ‘travitas’ no crezcan en lugares de violencia”, finalizó la nueva titular del Inadi, delegación Mendoza.