Congreso de barberos en Mendoza: qué hay detrás de este "boom"

Hubo color y estilo en la primera edición de "Mendo Barber". Distintas generaciones analizan el fenómeno de su actividad.

Congreso de barberos en Mendoza: qué hay detrás de este "boom"

Foto: Ariella Pientro

Sociedad

Unidiversidad

Mariano Rivas

Publicado el 14 DE MARZO DE 2019

La Nave Cultural fue sede de la primera competición de barberos en la provincia. Este jueves se inauguró “Mendo Barber”, una convención de peluquerías y barberías organizada con el fin de capacitar, intercambiar conocimientos y experiencias, hacer demostraciones, comerciar productos relacionados con la actividad y compartir historias.

Los participantes pudieron participar en cuatro categorías diferentes. En el estilo libre, tuvieron la posibilidad de hacer dibujos y diseños sobre las cabezas de los modelos. Otra categoría fue pumpadour, que es un estilo particular de corte. También estuvo la categoría fade, que se basa en el degradé, y la última fue barba.

Además, la jornada tuvo talleres de capacitación, uno de ellos brindado por el invitado especial Gabriel Heredia, un barbero argentino que, por una condición de nacimiento, no tiene manos y es furor por su talento con las tijeras y la navaja.

La batalla de barberos, a pleno. Foto: Ariella Pientro.

 

Barberos y peluqueros

¿Qué distingue a un barbero de un peluquero? Para Sebastián Di Salvo (27), uno de los profesionales que se acercaron a participar de la “batalla”, son dos cosas: el trabajo con la navaja como herramienta y “darle atención al corte, ser delicado y detallista”. Todo corte es único, agrega. En general, la peluquería, a secas, es considerada “vieja escuela” y la “nueva escuela” incluye técnicas y estilos diferentes.

Sebastián Di Salvo, joven barbero que trabaja desde hace casi 13 años. Foto: Ariella Pientro.

Los pedidos de los clientes que acuden a su barbería son variados: “Tengo desde clientes que piden corte a tijera vieja escuela hasta los chicos que optan por la nueva escuela, que es degradé con navaja, afeitadora, dibujitos y claritos”.

Entonces, barbero no equivale a barba (aunque sí la incluye), ni a locales ambientados con música rock y servicio de bebidas alcohólicas, si bien algunos sí se caracterizan por eso. “Hay muchos profesionales que conozco que mantienen el perfil bajo en su lugar de trabajo. No se caracterizan por tener el salón más moderno, sino la mejor atención en sí”, diferencia Sebastián.

Su historia en esta profesión comenzó temprano. Desde los 11, y por tres años, su abuelo lo preparó. “Fue mi tutor, mi maestro”, reconoce.  A los 15 se volvió profesional y no paró hasta el día de hoy.

Algunos de los premios que se entregaron en el encuentro. Foto: Ariella Pientro.

Una moda que es salida laboral

¿A qué se debe la proliferación de barberías en las ciudades? Si bien existen desde hace décadas, en los últimos años se ven cada vez más. “Lo que es barbería es una moda”, manifiesta Sebastián. La necesidad de muchos jóvenes de acceder a un trabajo y el posicionamiento del uso de la barba pueden explicar en parte el fenómeno, agrega.

“Cuando yo era chico, tenías que tener 10 años para ser profesional, mínimo. Hoy tomás un curso de dos meses y ya sos profesional. Ha cambiado mucho, pero poniéndole garra e interés, tenés la capacidad de mejorar día a día”, valoró el especialista. Lejos está de ver como algo negativo el aumento de la competencia: “El sol sale para todos, aunque no todos lo ven de la misma manera”.

Hasta los peluqueros que vienen de la “vieja escuela” tuvieron que adaptarse para sobrevivir. Al menos eso es lo que dice Miguel Ángel Villaguirre, de 57 años y dueño de tres peluquerías. “Es lo que la gente demanda, es lo que los chicos piden”, sostiene con cierta resignación.

Dice que “son costumbres que no nos pertenecen”, y pondera el rol de la globalización para la difusión de las barberías, que ya existían hace décadas en otros países. Él, que tiene experiencia trabajando en locales de Nueva York, señaló que actualmente los clientes copian mucho a los futbolistas. No es raro ver en las redes sociales a deportistas y otros influencers subir fotos luego de pasar por un corte de pelo.

Miguel Ángel Villaguirre. Foto: Ariella Pientro.

En parte, coincide con Sebastián en su visión sobre el furor de las barberías: “Creo que la barbería está naciendo en muchos chicos por una cuestión de autoempleo, no porque realmente sientan la vocación de peluquero”.

Sebastián concluye: “Lo que espero de Mendo Barber es que los muchachos que recién están arrancando le sigan poniendo todas la pilas. Acá no importa quién gana y quién pierde, sino que lo disfruten”.

Foto: Ariella Pientro

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