Con los pies en el aula

“El término conflicto nos remite al concepto de pérdida, enfrentamiento, momento difícil, pero es importante recordar que tal situación implica, con mirada positiva, una oportunidad de crecimiento personal y social…”. Bibiana Vaquer.

Vaquer es magíster en Administración Educativa y directora del proyecto Desarrollo de Habilidades Socio-cognitivas en la Formación Docente: una propuesta de innovación curricular ante la emergencia de escenarios conflictivos en el ámbito escolar. La propuesta se desarrolla en la Facultad de Filosofía y Letras y está financiada por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado (SeCTyP) de la UNCuyo. 

Recientemente presentó su segundo libro Manual básico de actitudes ante el conflicto escolar (MABA), luego de haber publicado dos reediciones (2006 y 2010) de El conflicto en la escuela. Aportes para su diagnóstico, prevención y resolución.

El MABA condensa los resultados del Proyecto 2007-2009 para consulta docente en torno a situaciones de conflicto emergente. El documento tiene como finalidad ser un texto orientador que permita profundizar en los saberes que indagan acerca del comportamiento adolescente y las posibles acciones a cumplimentar en situaciones de conflicto.

De la mano de esta prestigiosa especialista, recorremos y profundizamos en Edición Cuyo, el camino que nos lleva a conocer un poco más sobre los conflictos en la escuela y el modo de resolverlos.

¿Cómo llega a la temática del conflicto en la escuela?

Bueno, un poco por mi formación y por mi experiencia.

Las situaciones conflictivas muchas veces son ignoradas por agentes externos a la escuela –ya sean padres o la misma sociedad- e, incluso, por personal dentro de la misma institución que tiene cargos jerárquicos. El que sabe qué sucede en la escuela es el que está con los pies en el aula.

Entonces mi preocupación permanente era notar que las generaciones jóvenes tenían cada vez menos comunicación verbal o una comunicación agresiva o una confrontación casi permanente tanto en los recreos y, muchas veces, dentro del aula.

Justamente por esto, conformamos en 1999 el equipo de investigación para intentar prevenir el conflicto escolar, porque ya a fines de los 90 se empezó a ver que era inevitable.

¿Por qué empezó a ser inevitable el conflicto en la escuela?

Por un lado, y esto lo digo con mucho respeto por los administradores educativos, la escuela tiene un formato demasiado tradicional. Tenemos una escuela que se forma en siglos anteriores con un formato específico; es decir, una escuela del Siglo XIX. Los docentes, la mayoría formados en el Siglo XX para alumnos del Siglo XXI, entonces, tenemos un desfasaje de situaciones y necesidades que generan el malestar que yo empecé a observar desde hace ya varios años.

Pero bueno, esta idea es el punto de partida del equipo de investigación. Ahora ¿cómo le dábamos forma a estas ideas para actuar sobre las situaciones de conflicto que se ven en las escuelas a diario? Es decir, para analizar cómo actuar antes, durante y después del conflicto, formamos un equipo de investigación

¿Qué acciones realizaron durante la investigación? ¿Qué objetivos se plantearon? ¿Con qué metodología?

El objetivo  principal del equipo fue reunir material con experiencias para elaborar el Manual.

Lo que buscamos a través del Manual fue informar y conducir a los colegas docentes hacia la profundización de saberes significativos acerca del desarrollo bio-psico social del adolescente y sus manifestaciones. Darles herramientas para categorizar las conductas observables que promueven el conflicto escolar junto con la detección de las causas que lo generan y, por último, brindarles sugerencias de actuación ante situaciones conflictivas explícitas. 

Para llevar a cabo estos objetivos se realizaron diferentes acciones. Entre ellas, se realizaron jornadas taller en diferentes escuelas de las provincias.

En el Manual pueden encontrar narrada la experiencia de un proyecto institucional que hicimos en el año 2010 en una escuela de la provincia para la Formación del Centro de Mediadores.

La primera jornada que se hizo fue para adultos, totalmente voluntaria. Sorprendentemente estaba llenísima el aula. En esa jornada trabajamos técnicas para la resolución de conflictos con docentes y auxiliares docentes, porque había también preceptores, bibliotecarios, personal de maestranza. Esto es muy importante porque no sirve capacitar solo a los docentes, es la comunidad educativa la que tiene que capacitarse, porque trabajar en resolución de conflictos implica un cambio cultural y esto a su vez implica un cambio de actitud.

La segunda etapa se abocó a la conformación del equipo institucional de mediadores.

Aquí trabajamos fuertemente las cuatro técnicas fundamentales de un mediador: poner en acción la escucha activa, saber parafrasear lo que una de las partes dice para que a una parte la escuche la otra, saber preguntar y conocer qué tipo de preguntas hacer (abiertas, cerradas, circulares, de acuerdo a la información que el mediador necesite rescatar); y por último, tener el poder de síntesis que le permita recuperar de esas opciones que han presentado las partes -a través de un torbellino de ideas- las más viables para que las partes luego las puedan cumplir.

El personal que participó en las instancias anteriores fue el mismo que formó a los alumnos mediadores, en esto consistió la tercera instancia.

Nosotros como equipo de investigación asesoramos y tratamos de monitorear posteriormente estas experiencias.

Para elaborar este “documento orientador” que es el Manual se tuvo que sistematizar toda la información obtenida, tabular y procesar todos los resultados para luego volcarlos en esta obra. En ese sentido yo digo que este MABA es el resultado del primer libro que publicamos con el equipo.

El conflicto en la escuela. Aportes para su diagnóstico, prevención y resolución fue un trabajo con más aportes teóricos, donde dejábamos traslucir totalmente cuál era la problemática de nuestra investigación exploratoria: qué es lo que pasaba, el diagnóstico o estado de situación y qué elementos teníamos para actuar sobre ese diagnóstico (normativas vigentes).

Entonces, a partir de este documento, surge la necesidad de que el próximo producto de nuestras investigaciones sea un libro con formato de manual, mucho más operativo, fácil de entender y que sirva no solo para estudiar sino para hacer anotaciones y  consultarlo cada vez que se necesite.

Lo que hace el Manual es informar sobre contenido significativo y junto con esa función aparece la de comandar; es decir, que el receptor sea orientado a ejecutar acciones referidas a los contenidos. En este sentido, lo más importante que tiene el MABA (además de los capítulos introductorios y del itinerario temático con el desarrollo de la información) son las actividades de integración.

Por todo esto, el MABA intenta ser nuestro humilde aporte para la labor y futuro del docente, que lo ayude a entender qué adolescente tenemos hoy, qué habilidades sociales les hace falta a él y al adulto para no llegar al conflicto y -en el caso de llegar al conflicto- cuáles son las situaciones más recurrentes para poderlas solucionar.

Glosario

¿Qué es la mediación?

La mediación es un movimiento cultural muy importante que nace en Estados Unidos a fines de la década del 70. La mediación es un proceso que nos ayuda a través de un tercero neutral a comunicar a las partes para tratar de resolver una situación de conflicto.

Es decir, es un proceso que se implementa posteriormente a la negociación; que a su vez se basa en acercar posiciones entre partes en conflicto

¿De qué disciplina surge y cuándo se integra a la Educación?

Surge de la Sociología, después se integra a la Educación y en este momento por ejemplo, en la Abogacía es prioritario. Hay leyes de mediación a nivel nacional y se implementa la mediación en niveles pre-judiciales porque lo que intenta es descomprimir el ámbito judicial.