El pasado sábado 6 de febrero a primeras horas de la mañana, alrededor de 1500 aspirantes tuvieron la posibilidad de rendir presencialmente su primer examen de ingreso para la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCUYO en las instalaciones del Aconcagua Arena. Ante esta situación, Radio U se contactó con Roberto Miatello, decano de esa unidad académica, para hablar sobre cómo se llevó a cabo el procedimiento y qué recaudos tuvieron a la hora de ejecutar esta iniciativa.

Para entrar en contexto, cuando se trató el tema de los ingresos para este año en el Consejo Superior de la UNCUYO, la comisión de Docencia y Concurso emitió un dictamen común donde analizaron todas las propuestas de condiciones de ingreso de cada carrera. Allí se puso como prioridad preservar la igualdad de oportunidades para todos los aspirantes que iban a rendir dichos exámenes.

“En nuestro caso se trata de exámenes rigurosos, es algo que caracteriza a nuestra Facultad y por eso decidimos que fuera de manera presencial para que haya igualdad de condiciones, no podíamos hacerlo de manera virtual porque ya ahí generábamos una desigualdad de oportunidades en temas de conectividad entre los aspirantes”, sostuvo el decano de la Facultad de Medicina.

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Una vez que se decidió que el examen de ingreso fuera presencial, las autoridades de la Facultad de Ciencias Médicas empezaron a barajar opciones sobre el lugar donde los aspirantes rindieran su primera evaluación. En ese entonces, Miatello comentó que desde la Subsecretaría de Deportes de la provincia se comunicaron para ofrecerles las instalaciones del Aconcagua Arena.

Ante esta propuesta, el directivo respondió: “Fuimos a ver las instalaciones del estadio y vimos que los alumnos iban a estar cómodos para poder rendir, el único problema era que no iban a tener lugar para poder apoyar los papeles, entonces compramos para todos unos cartones rígidos para que pudieran rendir allí”.

Ya en el día del examen a cada estudiante se le tomó la temperatura en el ingreso del estadio. A su vez, se le pidió una declaración jurada de COVID, se le suministró alcohol en gel, se chequeó que todos tuvieran los barbijos bien colocados y se respetó la distancia social permitida. Una vez corroborado cada una de estas medidas, el o la aspirante fue al lugar donde se le había indicado previamente por correo electrónico, en el cual había vídeo explicativo sobre cómo se tenían que mover por las instalaciones.

“De esta manera, en menos de dos horas logramos que 1500 aspirantes pudieran ingresar y rendir sus exámenes sin problemas. La gente de Deportes nos felicitó por esto. Nos dijeron que en ningún evento realizado en el estadio habían logrado que tanta gente ingresara de manera tan ordenada. Los chicos se portaron muy bien y colaboraron con todo lo que le pedimos, por eso estoy muy agradecido con ellos y con todo el personal docente”, manifestó Miatello.  

Hasta el momento, desde la Facultad de Medicina afirmaron que van a seguir con el mismo procedimiento para los futuros exámenes y recuperatorios de ingreso. “Sí el número de estudiantes ronda entre los 700 u 800, ahí se podría abrir una posibilidad de rendir en las aulas de la Facultad o de otras unidades académicas”, finalizó Roberto Miatello.