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Son los consejos de Jorge Medina, neurocientífico premiado por la Fundación Bunge y Born por su destacada trayectoria. El especialista también recomendó los juegos de cartas, el ajedrez y el bridge, entre otros.
Fuente: OEI Ciencia
El neurocientífico Jorge Medina fue premiado por la Fundación Bunge y Born por su destacada trayectoria y por el trabajo de sus investigadores que, durante el 2020, se enfocaron en el campo de la neurociencia experimental. El especialista es director del Laboratorio de la Memoria del Instituto de Biología Celular y Neurociencia Profesor Eduardo de Robertis UBA-Conicet.
Medina también es reconocido por ser uno de los pioneros de la neurociencia en el país y por sus teorías sobre la formación, expresión y persistencia de la memoria. “Comer sano, dormir bien, hacer ejercicio moderado y leer son fundamentales para ejercitar el cerebro, y si se ejercita el cerebro, la memoria se sostiene mucho más”, afirmó. El neurocientífico destacó también que los juegos de cartas, ajedrez, bridge, etc, son sumamente recomendables.
“En los últimos 30 años, nos dedicamos a estudiar cómo se forman las memorias, en especial las memorias que son traumáticas o estresantes”, explicó el especialista. Añadió: “Dedicamos muchos años a estudiar cómo los animales hacen para evitar algo que tenga que ver con un peligro o una situación molesta, que puede ser aplicable a nosotros; por ejemplo, cómo evito meter los dedos en un enchufe o la mano en la hornalla si la puse alguna vez”.
Al respecto, indicó: "Lo que se sabe menos es cómo podemos traerlas del recuerdo, evocarlas, y cómo es que nosotros muchas veces comenzamos a olvidar, que es la otra cara de la moneda de la memoria”.
El profesional contó que con su equipo de investigación fueron los primeros en reconocer que los dos tipos de memorias, de corta y de larga duración, se producen debido a fenómenos moleculares y neuroquímicos diferentes. “Queremos conocer los procesos biomoleculares", dijo, "que expliquen por qué me acuerdo de algo que me pasó hace un año y no de otros eventos que sucedieron en ese mismo período”. “Sabemos desde la psicología que la respuesta está en la importancia que uno le da a esa experiencia. Las cosas que más recordamos son aquellas que tienen un color emocional y relevante para nosotros”, afirmó Medina.
“Todo lo que tenga emocionalidad, experiencias –sean positivas o negativas– son las que más recordamos”, precisó.
Continuó: “Las memorias de contenido negativo, estresantes, dolorosas, son las que más se guardan. En cambio, las memorias de recompensa, positivas, se guardan un poquito menos. Las memorias neutras, que no tienen ningún componente emocional, son las que menos se guardan”. Medina explicó: “Esto es útil para que las memorias que gratifican perduren y, por el contrario, se atenúen aquellas dolorosas". Concluyó: "Si uno conoce cuáles son los mecanismos para que una memoria dure más o menos, puede servirle para hacer durar memorias que nos dan recompensa o nos gratifican. O, por el contrario, acortar o atenuar aquellas memorias dolorosas”.
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