Da el primer paso en este tramo final el abogado querellante por el Movimiento Ecuménico, Pablo Gabriel Salinas. Para entender a fondo lo ocurrido en la última dictadura militar es necesario mirar al mundo, algo así como mirar el bosque para luego detenerse en cada árbol. Es así que el alegato de Salinas comienza con un repaso histórico, para contextualizar, el surgimiento de la dictadura en América Latina, y Argentina, de la mano de Estado Unidos y Francia. La potencia económica que EEUU representaba en los años 70's, buscaba imponer un sistema mundial, el capitalismo. Para que ésto fuera posible debía primero doblegar a las ideas contrarias (o cualquier otra idea distinta), encarnadas en personas. Siguiendo esta idea, el abogado querellante por el Movimiento Ecuménico, explicó cómo fue que se instala en Argentina la última dictadura militar. En esta instancia no se dejó de lado el adoctrinamiento e instrucción en torturas como método para extraer la información de aquellas personas que fueron legítimamente privadas de su liberta, donde la gran mayoría luego fueron asesinados.

Una vez expuesta las razones históricas por las cuales la dictadura se instala en Argentina, Salinas explica que ya desde épocas previas a la llegada del Proceso de Reorganización Nacional; la Corte Interamericana de Derechos Humanos había determinado que las torturas y la desaparición de personas conforman un delito contra la humanidad. Cabe destacar también que con amplio conocimiento, el abogado Salinas nombró todos los tratados y pactos internacionales que determinaban que, sin importar si un país estaba atravesando por un periodo de guerra o de paz, la implementación sistemática de torturas, persecución política, entre otras, son delito de lesa humanidad.

Continuando en su alegato, Salinas cuestionó el simple acatamiento de órdenes de aquellos que, amparados en sus superiores, torturaban y violaban a las personas que fueron ilegítimamente encarceladas para luego asesinarlas y desaparecer los cuerpos. De este modo también el abogado rescata el papel fundamental que tuvieron los jueces, tales como Miret y Otilio Romano, que oficiaron durante la última dictadura, ninguneando lo que estaba ocurriendo en los centros clandestinos de detención, evitando todo tipo de investigación y hasta siendo testigo presenciales de torturas. A este aparato de represión donde también la justicia operaba en perfecta concordancia, se le suma el accionar de la prensa que, desde el campo simbólico a través de los medios de comunicación, colaboraban al terrorismo de estado.

Luego Salinas se detiene en cada uno de los items que configuran las acciones de la última dictadura militar en crímenes de lesa humanidad. Estos son: los centros clandestinos de detención, la desaparición de personas, las torturas, el ataque sexual -sobre todo a mujeres- persecución política y encarcelamiento arbitrario.

A lo largo de todo el alegato quedó más que claro el por qué histórico de esta negra etapa en el país. Además fue notorio el grado de responsabilidad que les tocaba a los imputados, donde actuaron por propia voluntad y convicción en cada una de las atrocidades cometidas.

Tratados y pactos internacionales, dictámenes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, documentos históricos, bibliografía, material fílmico, investigaciones, los testimonios en los juicios por crímenes de lesa humanidad en San Rafael y parte de los 135 testimonios fueron la base del alegato expuesto esta mañana en Tribunales Federales N°1 de Mendoza.

"A mi abuelo le costaba creer que soldados de su patria hagan esto", decía el abogado en referencia al accionar de la dictadura militar cuando se llevaron a su hermana. "Cuesta creer en lo que se han convertido estos señores, cuesta creer que lleven el mismo uniforme que llevó San Martín", decía emocionado Pablo Salinas.

Una vez concluida la jornada, al momento de retirarse, quienes nos habíamos apersonado al lugar entonamos aquel canto que tantas veces nos acompaño: "como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar, ole, ole, ole, ola..."

Según informaron desde el tribunal, serán las partes querellantes quienes inicien los alegatos –en primer lugar el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y luego la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación-, y continúen el Ministerio Público Fiscal y las defensas.  Los alegatos, que se desarrollarán todos los martes, miércoles y jueves hasta su finalización.