Ni un paso atrás

 Un día que hace historia, un día donde miles de personas abrazan a la Justicia de este país y un día de emoción fue el 17 de noviembre de 2010. En San Rafael, Mendoza, se sentenció a cadena perpetua en cárcel común a represores de la última dictadura militar.

Ni un paso atrás

AXEL LLORET

Sociedad

Unidiversidad

Audios de entrevista: Romina Cucchi, Redacción: Analía Martin

Publicado el 17 DE NOVIEMBRE DE 2010

Con la emoción, el dolor y el recuerdo de quienes han sido torturados y desaparecidos en manos de los  cuatro represores: Aníbal Guevara (ex teniente del Ejército), el ex comisario Raúl Ruiz Soppe y Juan Labarta (ex policía del D2) y Raúl Egea (ex abogado de la policía), los familiares de desaparecidos escucharon, casi sin respirar, las palabras que pronunciaba el juez a la hora de dar sentencia.

Las fotos de quienes han ya no están por tener ideas, por buscar concretar esas ideas, por pensar, por preguntar; estaban en alza como si se hubiesen erguido para también escuchar la sentencia.

El juez -Roberto Burad-, con calma pero con voz firme y segura pronunciaba la resolución condenando a cadena perpetua a tres de los represores y ochos años al abogado Raúl Egea. Mientras tanto, al silencio del Tribunal Oral Federal Nº2, lo acompañaba un retumbar de tambores afuera: el sonido bravío de miles de personas en el zaguán  de la justicia. Sin detenerse en la lectura y con la misma energía propia de una decisión definitiva, el Juez pronuncia aquellas palabras que todos esperaban escuchar: “… disponer, que los condenados cumplan la pena privativa de la libertad en cárceles comunes…” Con las voces calladas durante 34 años, con las fotos en sus manos que tantos pasillos recorrieron en busca de sus seres queridos, con la emoción contenida, familiares y víctimas de la última dictadura militar, gritaron, aplaudieron y lloraron. Es que aquellas palabras daban respuesta a tantos años de lucha, a tantas calles caminadas en busca de justicia; es que aquellas palabras eran la espera materializada.

Jornada por demás significativa para la historia de nuestro país y para miles de historias personales que el martes encontraron justicia. A partir del 17 de noviembre de 2010, quienes fueron parte de la ultima dictadura militar pasarán a la historia como asesinos, como genocidas, como torturadores y como culpables, condenados y presos por avasallar la vida de quienes preguntaban, de quienes cuestionaban, de quienes buscaban un proyecto social.

Entre la alegría y dolor por el recuerdo intacto de seres queridos desaparecidos, Romina Cucchi –militante social por los Derechos Humanos,  docente, realizadora de proyectos audiovisuales y Lic. en Ciencias Políticas- pudo conversar con Pablo Salinas y Alfredo Guevarra –Abogados querellantes de Derechos Humanos- y Viviana Beigel – también abogada querellante de Derechos Humanos- minutos después de concluida la sentencia. Aquí las palabras, cortesía de Romina Cucchi para NU Digital.

Al grito de “30.000 compañeros desaparecidos presentes, ahora y siempre, ahora y siempre” se preparan las gargantas para entonar, seguidamente, el Himno Nacional Argentino. Una muchedumbre cantando al unísono el himno, con tambores y llantos: un abrazo a la Justicia Argentina, un abrazo de amor, de agradecimiento, de dolor y lucha.