Comenzará en marzo el juicio por el asesinato de sacerdotes durante la dictadura
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja fijó para el 15 de
marzo el inicio del juicio oral y público, por el asesinato de los
sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville, ocurrido durante la
última dictadura militar.
Conocidos como "los mártires de Chamical", Murias y Longueville fueron
asesinados de varios disparos, tras haberlos atado de manos y tapado los
ojos, en las afueras de esa ciudad, 17 días antes de la muerte del
obispo Enrique Angelelli.
El asesinato del prelado, perpetrado el 4 de agosto de 1976, había sido
atribuido en un principio a un accidente automovilístico, pero
finalmente la justicia determinó que el crimen también fue un delito de
"lesa humanidad" y dio por "probado" que fue en represalia por denunciar
las muertes de Murias y Longueville.
A partir del 15 de marzo del 2012, el tribunal -compuesto por José
Quiroga Uriburu, Carlos Lascano y Jaime Díaz Gavier- juzgará al por
entonces vicecomodoro Luis Fernando Estrella, ex segundo jefe de la Base
Aérea de Chamical y figura central de la dictadura en La Rioja.
También están acusados quien fuera el comandante del Cuerpo III, general
Luciano Benjamín Menéndez; y el ex comisario de la policía de Chamical,
Domingo Vera, todos ellos por los delitos de "homicidio calificado
reiterado, privación ilegítima de la libertad seguida de muerte y
tormentos" en perjuicio de los sacerdotes.
Mas de 100 testigos serán citados para declarar en el marco del juicio;
entre ellos el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis
Duhalde -que es querellante-; la senadora nacional Teresita Luna; su
padre, el ex policía Balbino Luna; el ex jefe de la Policía provincial,
Félix Portugal; el ex intendente de Chamical, Elías Hemmes.
También están citados los ex dirigentes Carlos Ruckauf y Juan Bautista
Yofre; el diputado provincial y ex sacerdote Delfor Brizuela y el fiscal
general de la provincia, Hugo Montivero, entre otros.
Los integrantes del tribunal fueron recusados por el Defensor Público
Oficial, Carlos Cáceres, con la adhesión del abogado Sebastián
Chiavassa, por lo cual se conformó un nuevo tribunal, integrado por los
magistrados Carlos Ochoa, Vicente Muscará y José María Pérez Villalobo,
quien se excusó y fue reemplazado por Abel Sánchez Torres.
Posteriormente, Chiavassa recusó a Sánchez Torres y se designó, por
parte de la Cámara de Casación Penal, al juez Luis Martínez de la Cámara
de Apelaciones de Córdoba, quien también fue recusado al igual que su
reemplazante Ignacio Velez Funes, y finalmente se interpuso un recurso
de Casación que aún no fue resuelto.
Por su parte, la iglesia católica inició este año el proceso formal de
investigación para definir la eventual beatificación de los dos
sacerdotes así como de un laico, Wenceslao Pedernera, también asesinado
por la dictadura militar.
El párroco francés Longueville y su vicario Murias fueron secuestrados
en la noche del 18 de julio de 1976 en la parroquia El Salvador, de
Chamical.
Sus cuerpos fueron encontrados el 20, con los ojos vendados, por una
cuadrilla de obreros ferroviarios, a unos 5 kilómetros de Chamical hacia
el sur, con signos de haber sido torturados.
Inmediatamente, Angelelli elaboró un minucioso informe sobre la muerte
de los curas y, al presidir la misa de exequias, dijo en su homilía: "No
hay ninguna página del Evangelio que nos mande ser tontos. Nos manda
ser humildes como la paloma y astutos como la serpiente".
Al salir del cementerio, el obispo le dijo a César Abdala, médico de
Chamical, en tono confidencial: "El próximo soy yo". Su profecía se
cumpliría 17 días después.
Fuente: Télam