La tradicional casa de la Calle Alem y San Juan, donde hace muchos años funciona el comité radical de Mendoza, se llenó de militancia en la mañana de este jueves 22. Demasiada para el pequeño salón de actos ubicado en el fondo de la sede. Es que, además de los tradicionales adeptos al radicalismo, se sumaron los seguidores del PRO, aliados a estos en la arena electoral del próximo domingo. Todos con el mismo objetivo: impulsar a Mauricio Macri como presidente, o al menos para que esté presente en una posible segunda vuelta electoral.

Los candidatos en pleno se presentaron para apoyar la idea del cambio: Julio Cobos y Pamela Verasay como postulantes a la Cámara Alta, y Susana Balbo, Enrique Vaquié, Luis Borsani y Sebastián Bragagnolo para Diputados nacionales. También lo hizo en calidad de anfitrión el gobernador electo, Alfredo Cornejo, junto a la futura vicegobernadora, Laura Montero.

Pero no escatimaron en críticas a la compleja situación y a la crisis financiera que dejará el actual gobernador Francisco Pérez (quien es, además, candidato a parlamentario del Mercosur por el FPV). “No tenemos toda la información de la gestión, no sabemos con qué más nos podemos encontrar”, sostuvo Cornejo, y puso como ejemplo un cuestionario de 300 preguntas enviado a la DGE, del que la gestión de María Inés Abrile de Vollmer sólo respondió 40 y sin presentar toda la información requerida.

Foto: gentileza Prensa Cambiemos

Advierten por reparto de boletas falsas

Por otra parte, los candidatos cuestionaron la aparición de boletas falsas en algunos barrios de Guaymallén y advirtieron a los votantes de que el domingo lo constaten antes de introducir el sufragio en el sobre. También se posicionaron en contra del ataque a la sede del PRO de Maipú y alentaron a los mendocinos a apostar por un cambio necesario, que puede comenzar el domingo.
 

Repensar el partido

Consultado acerca de los dichos del vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn, quien acusó a Ernesto Sanz de ser quien pergeñara una candidatura de un político sin pertenencia al partido, en lugar de inclinarse por un radical, y de tildar a esta de la “peor decisión”, Cobos no lo contradijo del todo. Apenas tímidamente esbozó: “Ya estamos en la mitad del río, ahora hay que remar hasta la otra orilla. Después habrá tiempo de repensar el partido”.