La expresidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner ocupará finalmente la oficina que hasta la semana pasada era de Virginia García, cuñada de su hijo. Se trata del despacho más grande del Congreso, ubicado en el Palacio Legislativo, con vista la Plaza del Congreso y una superficie de 225 metros cuadrados.

La pelea por los despachos es un clásico que se da en todos los órganos deliberativos del país, ya sea que se trate del Concejo Deliberante de La Paz, aquí en Mendoza, o la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. Y el Senado de la Nación no queda exento de este espectáculo de alto nivel político. Normalmente, una oficina amplia y ubicada dentro del edificio central del Parlamento confiere más poder al ocupante, y por ello siempre quedan reservadas para jefes de bloque y legisladores con trayectoria.

Los despachos más codiciados en el Congreso son justamente los que están en el Palacio Legislativo, por comodidad, tanto para las reuniones en las oficinas como en las sesiones de comisión. El resto están en el edificio anexo conocido como "la caja", por tratarse de la ex Caja de Ahorro de la Cámara alta.

Ahora, la senadora Cristina Fernández de Kirchner ocupará el mismo despacho que había ocupado en su último paso por el Senado, entre 2005 y 2007. Desde entonces, la oficina pasó de una mano a otra, siempre con cierto tinte dinástico. Primero CFK se la otorgó en herencia a su cuñada Alicia Kirchner, y luego esta última se la transfirió a Virginia García, la cuñada de su sobrino, Máximo Kirchner. Y este nuevo año la más codiciada de las reparticiones, ubicada en el tercer piso del Palacio, en una de las esquinas del edificio, volverá a tener el sello K.

La asignación de los despachos está a cargo de la Secretaría Administrativa para evitar conflictos en cada recambio legislativo. Desde la dependencia aseguraron que no hubo problemas con la distribución de las oficinas, a pesar del tironeo por el despacho más grande del Palacio.

En un primer momento, el senador de Cambiemos por Santa Cruz, Eduardo Costa, había reclamado el despacho en disputa con el argumento de que le correspondía en tanto la anterior ocupante, García, era una coterránea de él. Sin embargo, no lo consiguió, a pesar de que CFK haya asumido como representante por la provincia de Buenos Aires. La pulseada finalmente la ganó la exmandataria y ahora Costa deberá conformarse en los próximos cuatro años con ocupar una oficina mucho más modesta dentro la hermética "caja".