Tanto se habló en la previa sobre las intenciones reales de ésta pelea, que el foco no precisamente se centró en el deporte. El dinero, los egos o las grandes luces de las carteleras fueron los argumentos utilizados por quienes no quieren ver una pelea entre un boxeador y un luchador de artes marciales mixtas.

Floyd Mayweather (46-0/28 KO) buscará llegar a su quincuagésima pelea como profesional  cuando enfrente a Conor McGregor (0-0-0). Floyd vuelve del retiro para quedarse en solitario con el récord absoluto del profesionalismo, y eligió a la estrella y figura más taquillera de las MMA, el irlandés McGregor.

En la previa no hay equivalencias reales entre quien fuera medallista olímpico y campeón del mundo en cinco divisiones diferentes en el boxeo profesional, y un deportista acostumbrado a las combinaciones de disciplinas, pero sin competencia asidua en alguna de ellas por completo. 

Mayweather con su infinita clase e inteligencia boxística diseñará un plan de pelea defensiva -la especialidad de la casa- con la idea de desgastar a McGregor y de alimentar el morbo de alguna reacción fuera del reglamento del campeón MMA. La férrea defensa de Floyd, su quijada ya probada ante pegadores de elite y su táctica lo transforman en favorito ante un peleador que es una incógnita en la disciplina.

En cuanto a lo económico el oriundo de Michigan llevará a su cuenta bancaria más de 200 millones de dólares, mientras que McGregor se aseguró un piso de 100 millones de la moneda norteamericana, uno de los grandes motivos por los cuales se llegó a un acuerdo para este combate.

La pelea será codificada y habrá que abonar un monto impuesto por los cable operadores de la región ya que será bajo la modalidad de PPV. La cita se desarrollará en el Arena T-Mobile, en la ciudad del Pecado este sábado desde las 23.59.