Son terribles los testimonios y las imágenes que empiezan a llegar desde la ciudad industrial de Tianjin, en China. Millones de trozos de vidrios y metales rotos esparcidos en el suelo, autos y edificios calcinados, personas heridas, a medio vestir, escapando con un paño en la boca y la nariz del humo denso que ha invadido el cielo de la ciudad. Fue tan fuerte la onda expansiva de las explosiones que centenares de contenedores del puerto quedaron deformados y amontonados como si fuesen cajitas de fósforos.

El estallido se produjo a las 23.30 hora local, cuando una carga de explosivos se prendió fuego en un almacén de la zona portuaria de esta ciudad de 15 millones de habitantes y luego entró en contacto con productos químicos y tóxicos.
Según los medios locales, el balance es por ahora de 44 muertos –entre ellos, 12 bomberos– y cerca de 520 heridos, de los cuales 66 lo son de gravedad. La mayoría de los heridos fueron alcanzados por pedazos de vidrio o escombros que volaron hasta tres kilómetros alrededor.
 

Como toneladas de TNT

"La bola de fuego era enorme, quizás de 100 metros de altura", indicó a la AFP Huang Shiting, de 27 años, cuya vivienda se encuentra en las inmediaciones de la zona portuaria, donde tuvieron lugar las explosiones. "Escuché la primera explosión y todo el mundo salió entonces al exterior. A continuación, hubo una serie de explosiones más. Las ventanas estallaron y muchas personas, que estaban en el interior, resultaron heridas y salieron corriendo a la calle, cubiertas de sangre", añadió.

Según el Centro Chino de Vigilancia de Sismos, la magnitud de la primera explosión equivaldría a la de tres toneladas de TNT, en tanto la segunda, a la de 21 toneladas de este mismo explosivo.

Por el momento, se desconoce qué pudo provocar la detonación. "Hay muchas especulaciones. Algunos dicen que fue porque alguien estaba fumando en el lugar, otros señalan que el almacén tenía todos los permisos para tener los productos químicos que allí estaban; la verdad es que no sabemos qué pasó realmente", dijo a RFI Maya Orgogozo, dueña de un restaurante en el centro de Tianjin. Las normas de seguridad en los complejos industriales en China no cumplen a menudo con las reglas en vigor, ya que los propietarios buscan ahorrar gastos y prefieren pagar a inspectores corruptos para evitar controles estrictos.

El gobierno promete mano dura si se descubren infracciones

"Aquí la contaminación suele ser elevada, ahora no está más contaminado de lo normal, pero la gente está preocupada por lo que pueda caer sobre el centro de la ciudad. Temen que, según la dirección de los vientos, los productos químicos lleguen hasta aquí. Sería terrible que esto se produjera. Hablaríamos de miles de personas intoxicadas", agregó.

En las redes sociales, los habitantes comparten sus recomendaciones: llevar máscaras, cerrar las ventanas, no dejar salir a los niños. Lo mismo que en caso de emergencia ambiental. "Los medios oficiales sobre todo tendrán mucho cuidado para que no se extienda el pánico", opina Orgogozo.

Según la televisión estatal CCTV, el presidente chino, Xi Jinping, urgió a realizar "todos los esfuerzos posibles para rescatar a las víctimas y extinguir el incendio", que a esta hora ya estaría contenido. El mandatario también prometió mano dura si se descubrieran infracciones.