Para el primer turno del festival, anunciado a las 20 y destinado a todo público, había una expectativa especial. La audiencia sub-18 suele ser una de las más desatendidas por los espectáculos locales de música en vivo. Debido a las restricciones existentes en los lugares habilitados para estas presentaciones, niñes y adolescentes suelen quedarse afuera de las propuestas de la consolidada escena del rock mendocino. Las caras y la energía de quienes asistían por primera vez a un recital eran evidentes y la comunicación entre el público y los artistas fue por demás fluida.

Homs, la banda encargada de abrir, presentó su nueva formación, que incluye al bajista Martín Frigerio. La propuesta de pop electrónico ganó potencia sin perder los bits del dance. Su set de nueve temas mostró la evolución de la banda desde el lanzamiento de su EP a fines de 2017. Temas refinados con nuevos efectos, la contundencia de Juan Pablo Gottardini en guitarra, los arreglos de Joaquín Ortiz en teclas y synthes, además del juego de voces entre ambos, realzan la fuerza de esta banda reciente. Les jóvenes danzaron al son de sus melodías tecno.

Luego fue el turno de los cordobeses Telescopios, quienes visitaban por segunda vez la provincia en lo que va de 2018, luego de abrir la fecha de Usted Señálemelo en Arena Maipú en junio pasado. La banda se encuentra en plena presentación de su trabajo Doble de Riesgo –lanzado en marzo de este año– y compartió parte de su discografía con un público que sigue su propuesta pop, con algunos pasajes que no brillaron por cierto empaste visual y sonoro, pero que fueron remontados con la fuerza de melodías rockeras en la guitarra de Bernardo Ferrón.

En el cierre del momento ATP, se presentó Pasado Verde, la banda anfitriona e impulsora de Cercano Oeste. Tal vez por tratarse de la última presentación del año en la provincia, aportaron un show renovado y compacto. Se destacó la mayor integración de la música con las visuales, nuevas intros en temas como “Aquí vamos” y la presentación del adelanto “El punto en el contacto” de lo que será su esperado próximo disco. La lista de temas, en la que no pueden faltar los hits “Para vos”, “El monstruo” o “El Plan”, se repitió en el segundo turno, generando el mismo agite entre sus seguidores, sin importar la edad.

Pasada la medianoche, llegó el momento de Morbo y Mambo, banda que fusiona momentos de progresivo, ska, rock clásico y hasta versiones de Sumo, como la contemplación lírica de “Mañana en el Abasto”. Más allá de las particularidades, el público se dejó llevar e integró el sonido a la perfección. Una presentación sin fisuras que demostró el poder de vincularse del lenguaje musical.

Sorteando todos los inconvenientes, Cercano Oeste fue una experiencia festivalera ciento por ciento, en la que convivieron propuestas diversas pero hermanadas en el trabajo autogestivo y el crecimiento genuino de cada uno de los artistas, para un público siempre ávido de las emociones que genera la música.