Paraná albergó un nuevo Torneo Nacional de Clubes de Futsal en la rama femenina, donde Mendoza fue representado por seis elencos (Cementista –defendiendo el título–, Universidad Maza, Pacífico, Jockey Club, Las Heras y Maipú). Lo llamativo pero para nada extraño es que el podio completo fue borravino (Cementista, Pacifico y UMaza). Sobre esto hablaron las invitadas, entre otras cosas.

Tomó la batuta Anita Ontiveros, que comentó el objetivo con el que viajaron a la capital entrerriana: “Estamos muy contentas, íbamos con el objetivo de llegar al último partido, pero siempre fue pasito a pasito porque no nos tocó una zona fácil. El cansancio se comenzó a sentir, pero creo que hicimos un buen torneo en lo futbolístico porque empezamos mal hasta llegar a la final, que fue, para mí, el mejor partido que jugamos”.

El rival en la final fue nada más y nada menos que Pacífico, con el que definen la gran mayoría de los torneos domésticos, ya se vive como un clásico y además, son los dos clubes que más jugadores aportan a la selección mendocina. El resultado fue 6 a 0. Sobre esto, Agustina Freixas manifestó: “En el salón podés convertir muchas veces pero en un clásico nunca tenemos tantos goles. Fue loco el resultado de seis goles de diferencia”. Sobre esto, Anita acotó: “Con Pacífico, los partidos son muy duros y gana el que menos se equivoca”.

Si bien todo fue festejos para las jugadoras del Poli, los escenarios donde se disputaron los cotejos del torneo fueron muy criticados, sobre todo por los riesgos que se corrían. “Los primeros partidos nos tocó jugarlos en Neuquén, que era una cancha más grande pero tenía las barandas muy cerca, y en el caso de chocar con una rival pudo ser peligroso, a veces se llovía y quería hacernos jugar igual. Esto hizo que varias jugadoras se lesionaran. Por ahí no sé si la culpa es de la organización de Paraná, que pone a disposición las canchas que tiene. La dirigencia de la CAFS tiene un veedor de canchas y no sé si acercaron o no para ver si se podía jugar”, contó Ana Ontiveros, MVP del torneo.

Las instancias finales se disputaron en una cancha de básquet y esto también estuvo en el ojo de las críticas. Tuti Freixas contó lo siguiente: “Las Jirafas complicaban mucho a la hora de sacar un lateral o un córner. Las arqueras estuvieron más pendientes sobre si la pelota daba en la jirafa y salía o entraba. Esto realmente desmotiva y te hace pensar que no te valoran en ciertos momentos”.

Con respecto a lo último mencionado, entró en debate si en la rama masculina ocurren las mismas situaciones. Freixas manifestó: “Hay una diferencia en la organización femenina versus la organización masculina”.

A la mesa se sumó Diego Ferro, “el padre de este Cementista campeón”, que contó un poco sobre el torneo obtenido: “Uno no quiere ir más allá de lo que está pisando”. Sobre cómo fue la organización previa el viaje, comentó: “Se trabajó doble turno en la mañana en el gimnasio, tres turnos en la noche en el club y los días sábados teníamos partidos. Debo admitir que al equipo lo veía duro, fuera de sintonía”. Ante la  responsabilidad de debutar frente a un plantel en un torneo femenino, contó: “El logro es total y exclusivo de las chicas. Dentro de lo amateur que es este deporte, son muy profesionales”.

El Bocha Ferro, como se lo conoce en el mundo del futbol de salón, se mostró contento con el crecimiento de la rama femenina: “El crecimiento es muy importante. Si te fijás en la Primera A, tenemos doce equipos; en la Primera B, 19, entonces el crecimiento es muy importante. Como dijo Agustina antes, debería ir acompañado desde nuestra Federación o a nivel nacional, porque en ciertas cosas se sigue manejando mucha diferencia entre el masculino y el femenino y creemos que no debería ser así. De hecho, nuestra selección femenina, de cinco torneos realizados por CAFS, ganó cuatro”.

Como en cualquier deporte, el grupo humano es lo más importante para lograr objetivos. Sobre la convivencia y el día a día en la semana en Paraná, las representantes de Cementista dijeron: “Este año fuimos con chicas que se sumaron al equipo ahora, algunas jugaron su primer Nacional. Es más, creo que abundaron más las nuevas que las viejas, así es que las viejas fuimos acompañando para que la convivencia fuera buena. Éramos 21 en el hóstel entre jugadoras y cuerpo técnico, y la pasamos muy bien.”, concluyó Agustina.

Por su parte, Ana se manifestó con humor: “Espero no volver a compartir un Nacional con Bocha Ferro”. Luego de las risas, respondió coincidiendo con su compañera: “Teníamos muchas nuevas, una jugadora de Tucumán, y creo que la predisposición de todas y del cuerpo técnico, la buena onda y sobre todo el trabajo es lo que conlleva a ser campeón. Creo que si no teníamos ese trabajo en silencio, no se hubiese logrado”.

El entrenador también se refirió a la semana vivida: “La verdad que llegar y encontrar una lista pegada de organización sobre las tareas a realizar, diagramada toda la semana, fue un total acuerdo. Jamás tuve que llamarle la atención a nadie; como dije, son sumamente profesionales. Ella (Anita), como nuestra capitana, fue una líder positiva. Es la primera que muestra el ejemplo a seguir”.

Escuchá a continuación la entrevista completa.