González comenzó afirmando que "México es el país más peligroso para ejercer el periodismo", señalando que en el último mes y medio han sido asesinados cuatro periodistas y ya hay cuantificados más de 100 profesionales muertos, sin contar a los/as desaparecidos/as, desplazados/as, amenazados/as. "Es muy compleja la situación, es tremenda", por lo que solicitó difusión y apoyo internacional. 

En cuanto a la relación y complicidad entre narcotráfico y Estado en México, González manifestó que al principio se pensaba que los periodistas eran atacados por los narcotraficantes al ser reveladas sus acciones. Luego se conoció que muchos de ellos disfrutaban de esta difusión "porque se va generando como un mito", pero "a quienes no les gusta que develen de sus negociados es a los políticos". Además, relató que existen grupos de narcos que presionan a periodistas para que publiquen sus amenazas y apoyen en su confrontación con otros grupos, exigen titulares e incluso se infiltran en las redacciones con estos objetivos.

En este marco, la periodista e investigadora destacó que "el poder corruptor del narcotráfico es muy grande".

Por otra parte, González señaló que la cotidianeidad del narcotráfico en México promueve su naturalización y planteó que la narcocultura, con su expresión de narcoseries como las de Pablo Escobar y Chapo Guzmán, no colabora al alejar la situación de la realidad: "Lejos de crear conciencia, te vuelve inmune". En cuanto a esta sensación en colegas periodistas, expresó que, además de la naturalización, existe un mecanismo de defensa, comprensible, ya que todos los días se encuentran personas descuartizadas, desaparecidas, fosas comunes y demás señales de violencia extrema. 

En cuanto a la población, subrayó que en México hay una situación que colabora para que no se termine de combatir el narcotráfico: la pobreza. "Nosotros tenemos 120 millones de habitantes y la mitad vive en la pobreza, pobreza extrema, y se levanta para ver qué va a comer ese día. No se puede poner a reflexionar sobre la guerra contra el narcotráfico", explicó la periodista. 

González consignó que hay muchos niveles de estadios entre los medios de comunicación y el gobierno. Y si bien advirtió que se ha protegido mucho más la imagen y gestión del presidente Peña Nieto que los de Felipe Calderón desde las coberturas mediáticas, "los periodistas no somos nuestros medios (...) No importa en qué medio trabajes, siempre puedes ser listo para colarte tus preocupaciones propias y salvaguardar tu dignidad, tanto personal como profesional, social". Además ,destacó la importancia de nuevos soportes y organizaciones sociales que publican independientemente, con financiamientos nacionales o internacionales. 

La reconocida periodista señaló la importancia de ser responsable en todas las coberturas, sobre todo las de estas temáticas de seguridad y narcotráfico. Es imprescindible usar bien las fuentes, no especular con el condicional, contextualizar. "Hay cuidados a la hora de trabajar, de reportear", para poder proteger la tarea periodística y a sus profesionales", finalizó.