Una de las presuntas víctimas de los sacerdotes acusados de abusar de chicos sordos e hipoacusicos en el Instituto Próvolo de Mendoza, afirmó que en esa institución había frascos con fetos ocultos en un sótano, informaron fuentes judiciales.

La joven dijo que "existen en el Próvolo fetos en frascos y que habría que ir a buscarlos e indicó lugares donde podrían estar", confirmó hoy en declaraciones a Radio Nihuil, el abogado querellante de algunas de las víctimas, Sergio Salinas.

Ante la consulta de que si esos frascos podrían tener que ver con abortos provocados allí, el letrado expresó: "Parecería que tienen que ver con eso".

Se espera que la Justicia ordene una nueva inspección en el instituto y sus alrededores para encontrar el sótano, un lugar que hasta ahora no ha sido detectado en las otras medidas realizadas en el predio ubicado en Luján de Cuyo.

Además el abogado, integrante de la ONG de derechos humanos Xumek, expresó: "Sí existen pruebas tanto de testigos como en los libros del Instituto Próvolo sobre chicas menores de edad embarazadas", aunque aclaró que no se sabe si fue producto de los abusos.

La denunciante, de 27 años, asistió durante 2007 al Instituto y dijo que vio los frascos en unas estanterías de un sótano ubicado en un predio de unas seis hectáreas en el distrito Carrodilla, del departamento de Luján de Cuyo.

Por los abusos denunciados están detenidos los curas Corradi (82) -con prisión domiciliaria- y Horacio Corbacho; el monaguillo José Bordón; el empleado administrativo José Luis Ojeda y el jardinero Armando Gómez.

Todos están imputados por "abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores".

También está detenida Graciela Pascual, quien era la representante legal del Instituto, imputada como "partícipe primaria en la omisión de garante". mientras que la monja Kumiko Kosaka, acusada de participación primaria cumple prisión domiciliaria.

Además, otra monja, cuatro ex directivos, una cocinera y una psicóloga están imputadas en la causa que investiga abusos sexuales a más de una veintena de chicos sordos e hipoacúsicos.

Las acusaciones son por "participación secundaria por omisión en la calidad de garantes de la situación que se encontraba las victimas a su cargo, aunque no quedaron detenidas por no existir riesgo procesal".