Este martes 21 se reanudó el juicio a Julieta Silva, acusada de matar a quien era su novio, Genaro Fortunato, a la salida de un boliche. En los tribunales de San Rafael, dos testigos y tres peritos declararon. El objetivo fue indagar en lo ocurrido dentro de las instalaciones del bar Mona, de San Rafael.

Los testigos que declararon fueron dos mellizos, de apellido Maure, que estaban adentro del local. Uno de los jóvenes admitió haber discutido con la víctima porque esta le recriminó que “miraban a Julieta”. “Fue sólo un intercambio de palabras”, relató. “No recuerdo bien lo que hablamos; tuvimos unas palabras entre él y yo hasta que llegó una de las amigas que no reconozco, y ahí terminó el suceso”, agregó, y negó que haya “invitado” a pelear al joven fallecido.

Por su parte, el segundo mellizo no aportó más datos relevantes. Sí dijo que no habló con Fortunato ni con Silva ese 9 de septiembre.

En este sentido, la declaración de los mellizos tuvo una contradicción con lo que manifestó la imputada en el primer día del juicio. Silva describió que había habido empujones entre los mellizos y su novio y que uno de estos hermanos le pidió que calmara a Fortunato ya que, de lo contrario, “lo iba a calmar él”.

Las otras declaraciones fueron las del psicólogo Sebastián Olmedo, quien elaboró un informe en el que dio cuenta de detalles de la personalidad de Silva; el jefe del Cuerpo Médico Forense local, Sergio Cuaranta, y el bioquímico Francisco Carvajal.

Cuaranta explicó que la muerte de Genaro Fortunato se produjo por “aplastamiento de cráneo por estallido”. El profesional agregó que esto solo se produce “cuando el cráneo está apoyado en un lugar y sobre él pasa una rueda u otro elemento. Tiene que haber un soporte para que se produzca ese tipo de aplastamiento”.

El bioquímico Carvajal, que realizó los exámenes toxicológicos de Silva y Fortunato, corroboró que la imputada “debe haber tenido entre 1 y 1,62 (gramos de alcohol por litro de sangre)”. El profesional realizó una estimación ya que, según explicó, el examen realizado a Silva fue varias horas después del hecho y dio de resultado 0,7. “Lo que es seguro es que, al estar arriba de 1, las reacciones se ven afectadas", concluyó Carvajal.

Cómo sigue la causa

Este miércoles a las 9, la ronda de testigos continuará con el grupo de amigos que acudió al boliche con Fortunato y Silva. Otras de las personas que declarará será quien recibió una llamada de Silva luego del incidente.

El jueves 23 será el turno de las exparejas de Silva y Fortunato. La hermana de este último, que tuvo un hijo en enero de este año con su expareja, testificó en este juicio y afirmó que escuchó “un audio que decía que la reacción de Silva fue porque esa noche se enteró de que Genaro iba ser papá”. También declarará el joven que compartía vivienda con Fortunato.

Se espera que el próximo lunes sea el turno de los alegatos, en los que las distintas partes darán sus argumentos en relación con la sentencia que creen que debe recibir Julieta Silva. Tras esa etapa, el tribunal conformado por los jueces Rodolfo Luque, Eugenia Laigle y Julio Bittar pasará a deliberar y dictará el fallo.