La Justicia mendocina realiza peritaje psicológico a Beatriz Chacón, quien aseguró que su expareja, Mariano Luque, mató a su hermana Johana, la adolescente lavallina que fue vista por última vez el 4 de septiembre de 2012.

La causa por la desaparición de Johana Chacón dio un giro el 6 de noviembre de 2015, cuando su hermana Beatriz declaró primero ante el fiscal federal, Fernando Alcaraz, y luego ante el fiscal especial, Santiago Garay, que vio cómo su expareja –Luque– asesinó a Johana, quemó su cuerpo y lo enterró en la finca de la familia Curallanca, donde convivían los tres.

La confesión de Beatriz Chacón, a contramano de lo que declaró durante toda las instancias de la investigación por la desaparición de su hermana, provocó la inmediata detención de Luque, que sigue en prisión y arriesga una pena de 8 a 25 años por homicidio. Ahora, según confirmaron desde la fiscalía especial que lleva adelante la investigación, están realizando  un peritaje psicológico a la hermana de la adolescente, que se convirtió en la testigo clave.

Mientras la investigación avanza, Luque permanece detenido. En tanto, la titular del Tercer Juzgado de Garantías, Alejandra Mauricio, debe decidir respecto del pedido de prisión preventiva para el acusado.

Mariano Luque fue imputado por el homicidio de Johana Chacón, luego del testimonio de su expareja, Beatriz Chacón.

Luque permaneció dos años detenido por otra causa, la desaparición de Soledad Olivera, aunque en 2015 fue sobreseído por el beneficio de la duda. Estuvo en libertad sólo dos meses, ya que en noviembre su expareja lo acusó de ser responsable del homicidio de su hermana, por lo que enfrenta una pena de 8 a 25 años de prisión.

Dos causas siguen abiertas por la desaparición de la adolescente. Una está en la Justicia provincial y la otra en la federal, que lidera Fernando Alcaraz y que analiza la hipótesis de la trata de personas, que aún permanece abierta.

La comunidad de Tres de Mayo, donde vivía la adolescente, y en especial las docentes de la escuela Virgen del Rosario, a la que asistía la chica, lideraron la campaña para que nadie se olvidara de la joven y repitieron su reclamo de justicia.
 

La causa

Hasta su desaparición, Johana Chacón vivía en la finca de la familia Curallanca, luego de que su padre, Bernardo Chacón, diera el visto bueno para que los cinco hermanos se quedaran en el lugar, tras aducir que no podía cuidarlos. Johana vivía con Curallanca, su esposa y el hijo de la mujer, Mariano Luque. Este último era la pareja en ese momento de Beatriz, la hermana de Johana.

Desde la desaparición de la chica de 13 años, el fiscal especial, Santiago Garay, trabajó con la hipótesis de que Luque sabía algo, pero no pudo demostrarlo e incluso en todas sus declaraciones Beatriz Chacón lo defendió y dijo que su pareja no sabía nada del tema.

A fines de 2015, la mujer cambió su declaración. Dijo antes la Justicia provincial y federal que su expareja había matado a su hermana.