El fiscal especial Santiago Garay solicitó al procurador de la Corte, Rodolfo González, que autorice la participación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en la investigación de la desaparición de la adolescente lavallina Johana Chacón, ocurrida en 2012. El pedido de participación de los integrantes del EAAF fue confirmado a Unidiversidad por fuentes de la fiscalía especial que lidera Garay.

La intención del fiscal es que los integrantes de este equipo, que colaboran en investigaciones relacionadas con violaciones de derechos humanos en el mundo, analicen un terreno cercano a la finca donde vivía la adolescente. La razón fue que un testigo aseguró que hubo movimiento de tierra en el lugar, luego de la desaparición de la joven, el 4 de septiembre de 2012.

Garay se comunicó con profesionales de la organización científica, quienes le aseguraron que existen posibilidades de que colaboren en la investigación. Lo único que solicitan es que Mendoza pague los viáticos de las personas que viajen.

A raíz de la respuesta de los especialistas, Garay elevó el pedido al procurador González, que es quien debe decidir si es posible hacer frente a los viáticos de los antropólogos forenses durante los días que estén aquí. Ahora la fiscalía especial está a la espera de la respuesta.

La labor de los profesionales de esta organización científica no gubernamental es reconocida en el mundo, ya que participan en investigaciones vinculadas con delitos relacionados con violaciones a los derechos humanos, como los casos de desapariciones en la última dictadura argentina –trabajaron en Mendoza– o en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en México.
 

Luque, el único detenido

Johana Chacón fue vista por última vez el 4 de septiembre de 2012, cuando descendió del micro que la trasladó desde la escuela Virgen del Rosario hasta la finca de la familia Curallanca, en Tres de Mayo, Lavalle. Ahí vivía con sus hermanos desde que su padre, Bernardo Chacón, accedió a que se quedaran en la casa del vecino.

Las maestras de la adolescente fueron las que denunciaron el hecho. Ese mismo día se enteraron de la desaparición de otra joven lavallina, Soledad Olivera, de la que nada se sabía desde el 18 de noviembre de 2011.

Luque fue detenido en 2015, acusado del homicidio de Chacón, y fue sobreseído por el caso Olivera (foto), aunque la Corte ordenó realizar un nuevo juicio. Foto archivo: Axel Lloret.

La investigación de ambos casos quedó en manos del fiscal especial Garay. La causa por la desaparición de Olivera avanzó, ya que en agosto de 2013 imputó a Mariano Luque por privación ilegítima de la libertad. Dos años después, la Justicia lo absolvió por el beneficio de la duda, pero la Suprema Corte anuló la sentencia y decidió que se realice un nuevo proceso, que aún no se sustancia.

En cuanto al caso Chacón, quedó literalmente estancado. El fiscal siempre sostuvo que Luque era la conexión entre ambas desapariciones, ya que conocía a las dos mujeres. Con Soledad quedó probado que mantenía una relación y con Johana compartía la vivienda –es el hijastro de Currallanca– y era la pareja de su hermana Beatriz.

La investigación por la desaparición de Johana dio un giro el 6 de noviembre de 2015, cuando Beatriz Chacón acusó ante la Justicia a Luque –su expareja– de haber ahorcado a su hermana en su presencia y luego quemado sus restos.

La confesión de la mujer produjo la inmediata detención de Luque, quien desde ese momento fue imputado por homicidio y quedó detenido, primero en Contraventores y, luego, trasladado al penal de Boulogne Sur Mer. Poco después, la Justicia solicitó un peritaje psicológico a la hermana de Johana, ya que en versiones anteriores siempre defendió a su expareja. Los resultados de ese informe están en manos de la jueza de Garantías, Alejandro Mauricio, quien decidirá si Luque permanece detenido bajo la figura de la prisión preventiva.

Repasá acá todas las notas del Sistema de Medios de la UNCUYO sobre Johana Chacón y Soledad Olivera.