El 19 de abril de 2011 moría asesinada a puñaladas por la espalda en el departamento mendocino de Guaymallén, Mirta Barchiesi (51). Por el crimen fue detenido su marido con el que había discutido porque éste no aceptaba el fin de la relación y en una carta había confesado su intención de matarla y luego suicidarse.

La mujer había discutido con su esposo, y se había marchado cuando fue alcanzada por Luis Vivares (51), quien le aplicó varias puñaladas por la espalda ocasionándole momentos más tarde, la muerte.
Vivares fue detenido por la policía poco después del hecho, a unas cuadras de la escena del crimen.

Juicio Oral y Público

A casi 1 año de aquella tragedia, se comienza con el juicio oral y público el día 3 de abril que tendrá su continuación el 9 del mismo mes. Se tomaran declaraciones, luego los alegatos, deliberación de la Cámara y finalmente se dictará sentencia.

Los cuatro hijos de la víctima se han constituido como querellantes particulares. Según declaraciones del abogado Carlos Lombardi esto significa que es la última etapa del proceso penal, donde se dictará sentencia. Nosotros pretendemos prisión perpetua para el asesino de Mirta. Veremos qué pide el fiscal. Los hijos de la víctima (e hijos del homicida), tratan de rehacer su vida. Procesalmente se hicieron parte en el expediente como querellantes con nuestro patrocinio”. La relevancia del caso pasa por la decisión de la Cámara ya que, dependiendo del criterio que adopte, tendrá influencia en lo social para atenuar los delitos contra las mujeres.

Se trata de un Femicidio (homicidio evitable de mujeres por razones de género), aunque esta figura no esté incluida en el Código Penal. Lombardi agrega por su parte que “estamos lejos de asumir la figura del Feminicidio desde lo legal, no desde lo cultural ya que hay muchas investigadoras que trabajan sobre el asunto. Le pregunté personalmente a la ministra de la Corte Suprema de Justicia Nacional Dra. Carmen Argibay qué opinaba sobre la incorporación del Femicidio en el Código Penal y me dijo que no está de acuerdo. Y eso que es la opinión de una feminista”.

Violencia de género

Mirta Barchiesi y Luis Vivares llevaban 20 años de casados y el marido ya había sido denunciado por infringirle castigos a su esposa. Esto fue confirmado, después de la muerte, la propia policía. Incluso la mujer le había solicitado el divorcio.

Barchesi recibió, entre las 9 y las 10 de la mañana del 19 de abril del año pasado, varias puñaladas por la espalda con una espada katana. Según se informó en aquel momento, había discutido con su marido porque éste no aceptaba el fin de la relación y en una carta había confesado su intención de matarla y luego suicidarse.

El cuerpo fue hallado en la calle Paladini 150 del distrito La Primavera, en Guaymallén. Barchiesi fue trasladada al Hospital Central donde murió cerca de las 14, mientras que Vivares fue detenido por la policía poco después del hecho, a unas cuadras de la escena del crimen.

Un jefe policial explicó entonces que en poder del sospechoso se secuestró "el arma asesina y una carta en la que explicaba las razones del ataque y de su suicidio que no llegó a concretar".

Guadalupe Amadeo, psicóloga, militante de temas de género, referente la Secretaría de Bienestar Universitario consultada acerca de qué llevaría a una mujer a soportar una historia de maltrato nos explica: “esto tiene apoyatura en la subjetividad. Tiene que ver con su historia de vida, con los factores sociales y culturales de su historia y oportunidades. Pero también tiene que ver con formas, que según q escuela de Psicología va a conceptuar de manera distinta. Yo que vengo del Psicoanálisis, te diría q hay una cuestión de goce, de posición subjetiva diferente en cada persona”.

El hecho de Mirta Barchiesi no es aislado.”En nuestra sociedad empuje a las mujeres a situaciones en donde pueda ser más violentada; y más fácilmente su subjetividad puede ser modelada a gusto y piacere del patriarcado” sostiene la Psicóloga.

Las situaciones son de dependencia económica patrimonial, entre víctimas y victimarios son comunes en estos casos. Amadeo agrega: “Generalmente son personas que cortan raíces, hacen -de alguna manera- una mudanza de su lugar primario, y borran cualquier indicio de su historia personal”.

En muchos caso, las mujeres dejan de ver a sus amigas, sus grupos de pertenencia por temor a la represalia posterior de su pareja. La Licenciada en Psicología considera que “es muy común que se den instancias de celos o extrema frialdad, comentarios sarcásticos de sus aspectos primarios, criticas, trabajo de acción psicológica. Es un largo proceso”.

Descalificaciones contantes de opiniones, aspecto físico, todo tipo de seguridad q puede tener esa mujer. Amadeo sostiene que “en muchos casos se vinculan con hombres violentos porque vienen de una historia violenta también. Lo que no significa que esto le haya pasado a esta persona”-

¿Derecho a matar a la mujer?

¿Qué se puede decir de un nombre que golpea a su esposa y luego la mata? ¿Con qué derecho? ¿Por qué el grado de crueldad? Amadeo supone que se podría pensar en una persona esquizofrénica, que no puede soportar nada que tenga que ver con la dimensión de la pérdida. “Hay un cultura patriarcal que indica como se le ocurre a esta mujer irse, si es suya”, sostiene la especialista. Y sigue: “hay una cultura de la impunidad del patriarcado que está instalada. Así opinan los gobernadores, el Ministro de Salud, la jerarquía eclesiástica, etc. ¿Cómo una mujer va a tener derechos?”

Los casos como los de Mirta Barchiesi siguen apareciendo. Hombres que las matan con un cuchillo, las prenden fuego, las golpean hasta ocasionarles la muerte. Y ante este panorama ¿Cómo nos sentiríamos las mujeres más protegidas?

Guadalupe Amadeo considera que más que una herramienta legal, como puede resultar la incorporación del Feminicidio como figura al Código Penal, hay que trabajar en Políticas Públicas concretas. “Respecto a la judicialización digamos, es un recurso extremo que no suele ser la gran solución. Hay que promover refugios donde se albergue mujeres, se las capaciten, etc. Trabajar en cambios de patrones culturales”.

Cuando una mujer muere en manos de un hombre, hay trabajo cultural de prevención, de posicionamiento, que no se hizo. Es por eso vital la propuesta de Amadeo “trabajar en la sensibilización, concientización, algo previo y constante. Y no debe haber intocables. También hay que evaluar la violencia simbólica y el mensaje peligroso para estos casos, que por ejemplo baja Tinelli”.