Como ha sucedido con todas las leyes enviadas por el Ejecutivo, el gobierno obtuvo hoy un nuevo triunfo en la Legislatura. Se trata de la aprobación del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) de los empleados del Instituto Provincial de Juegos y Casinos, modificado por el Ejecutivo.

La aprobación fue posible porque el bloque del FpV, que hasta el lunes no bajaba al recinto para no dar quórum y que la sesión no pudiera realizarse, se dividió. Ocho legisladores que responden a intendentes peronistas bajaron y se sentaron en sus bancas, aunque votaron en contra del proyecto oficial. Estos fueron Silvia Ramos, Javier Cofano, José Muñoz y Javier Molina (responden a los hermanos Félix de San Rafael). Por otra parte, lo hicieron Jorge Tanús, Lidia Ruiz y Cristina Pérez (responden a Jorge Omar Giménez, de San Martín) y por último, Alejandro Viadana (es afín a los hermanos Bermejo, de Maipú). Quien no estuvo en la sesión, a pesar de ser un bermejista, fue Carlos Bianchinelli, ex director del INPJYC, pero que se encuentra demasiado comprometido con este tema como para tomar una decisión en contra del gremio y de los cesanteados.
 

Sesión complicada

Desde la mañana temprano el bloque del FpV era un caos. Hubo peleas y pases de facturas de todo tipo. Sin embargo, la balanza comenzó a inclinarse por darle el gusto al oficialismo y por esto, la gente del gremio comenzó a recibir mensajes pocos halagüeños: las presiones a los intendentes justicialistas estuvieron a la orden del día, esto lo dijeron desde todos los sectores del justicialismo, aunque fuera de micrófono. Ya no había forma de frenar la sesión porque la orden estaba dada desde las comunas: bajar y votar en contra.

Martín Caín, secretario general del gremio de Casinos, aseguró: “Sabíamos que esto tarde o temprano iba a pasar, que el oficialismo iba a utilizar ardides legislativos para aprobar el proyecto de Cornejo. Lo que no sabíamos es que muchos compañeros del FPV nos iban a traicionar”.

Al respecto de lo ocurrido, quien habló en nombre del FpV fue su presidente, Javier Cofano. El diputado sureño aseguró: “Todo nuestro bloque estaba en contra de modificar un convenio acordado entre las partes, como justicialistas defendemos esto. Pero diferíamos dentro del bloque en la metodología a seguir. Esto iba a ser sancionado, a más tardar con mayoría propia, por el oficialismo la semana que viene. Creíamos que hacer caer otra sesión, más otras dos especiales, constituía un dispendio legislativo que no tenía sentido seguir manteniendo porque ya sabíamos el resultado. Así es que un grupo decidimos bajar y dar quórum, y terminar con este tema”.

Sobre los peronistas que no bajaron, Cofano sostuvo: “Los que creían que no había que dar quórum de ninguna manera no lo hicieron, pero no hay dificultades entre nosotros”. Lo cual, según los mismos peronistas que hablaron en off, es falso, porque sí hubo una fuerte y prolongada discusión dentro del bloque, sobre todo por la forma de ejercer oposición que está proponiendo la porción más intransigente del partido, en contraste con la actitud de complacencia para con el gobierno que demuestran los que responden a caciques comunales.

Consultado acerca de la orden de los intendentes, Cofano aseguró: “No es este el caso, hemos entrado a la cesión de distintos sectores del peronismo. Los intendentes comparten que el método de modificar un CCT no es bueno, pero también que no convenía seguir dilatando más esta discusión”.
 

Oficialismo complacido

Así se mostraron los radicales al haber salido del atolladero que representó la aprobación del CCT de casinos.

El presidente de la Cámara Baja, Néstor Parés, aseguró: “Hay que valorar la actitud de muchos legisladores del FpV que bajaron al recinto y dieron quórum. Aquí es donde hay que discutir los temas, en el parlamento. No podemos no dar las discusiones, aunque no estemos de acuerdo”. Con respecto a las presiones que pudieron recibir los intendentes peronistas, Parés las negó. “Son falsas”, dijo. Sin embargo, agregó: “Los intendentes tienen la obligación de gestionar, no es lo mismo que sucede con otros actores de la política”. 

Por último, tildó al CCT original –no al modificado por Cornejo– de “mamarracho” y agregó: “Esta provincia estaba manejada por los gremios, porque así lo permitió (el exgobernador) Pérez. El actual gobierno ha recuperado el control de la administración pública”, enfatizó.
 

Las modificaciones

Cabe recordar que las modificaciones que se le hicieron al convenio fueron básicamente las que le otorgaban a los trabajadores de planta temporaria los mismos derechos que a los de planta permanente y la constitución de una comisión integrada por la misma cantidad de funcionarios que de sindicalistas para revisar ascensos y permitir ingresos, entre otras decisiones que tienen que ver con el personal. Otro de los cambios que se introdujo es dejar sin efecto una disposición para que los familiares de los trabajadores que mueren o se jubilan puedan “heredar” los cargos.