Carlos Rosenkrantz, el nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia, asumirá formalmente este lunes 1.º de octubre, luego de 11 años de gestión de Ricardo Lorenzetti como presidente del máximo tribunal. Esto se da en medio de un clima de tensión con los empleados judiciales que tienen al menos cuatro años de antigüedad, ya que no saben si serán efectivizados, como se había acordado. Además, organismos de derechos humanos repudiaron esta designación por haber sido uno de los jueces que en 2017 firmó el fallo para aplicar el 2 x 1 a condenados por delitos de lesa humanidad.

Rosenkrantz fue electo el 11 de septiembre pasado por decisión mayoritaria de sus pares. La actual vicepresidenta, Elena Highton de Nolasco, continuará en su puesto, mientras que Lorenzetti, Horacio Rosatti y Carlos Maqueda serán vocales durante los próximos tres años. Su llegada a la Corte Suprema estuvo acompañada por el ingreso de Rosatti el 2 de agosto de 2016, luego de que ambos fueran propuestos para su cargo por el presidente Mauricio Macri.

Rosenkrantz inciará su mandato en medio de tensiones con los empleados judiciales. Con el gremio se había acordado efectivizar a todos aquellos que tuvieran un contrato con al menos cuatro años de antigüedad. Esa resolución tenía la firma de los ministros Lorenzetti,  Maqueda y Highton. Otro de los ministros, Horacio Rosatti, había anticipado que firmaría, pero finalmente no lo hizo. Estos contratos vencen el 30 de noviembre y desde el sector de Rosenkrantz ya se habría anticipado que no se renovarían. Esta información generó gran incertidumbre entre los trabajadores de la Corte Suprema. 

Según Infobae, el nuevo presidente del tribunal se opone a esta decisión y sólo aceptaría efectivizar a estos trabajadores si previamente se les toma un examen. Sin embargo, no se sabe sobre qué van a hacer los exámenes, qué se va a evaluar ni quién o quiénes serían los encargados de tomar las pruebas.

El perfil de Carlos Rosenkrantz

Su llegada a la Corte Suprema, que lo convierte en el primer ministro de origen judío de la historia argentina, fue cuestionada por organismos de derechos humanos y diversos sectores políticos, que recordaron que fue uno de los jueces, junto con Rosatti y Elena Highton, que firmó el fallo para aplicar el 2 x 1 –computar dobles los días en prisión sin sentencia firme– a condenados por delitos de lesa humanidad en 2017.

Sin embargo, durante la vuelta de la democracia ofició como asesor para el Consejo para la Consolidación para la Democracia junto al expresidente Raúl Alfonsín. Además, integró el grupo que lideró el filósofo Carlos Santiago Nino junto a otros juristas y que tuvo una fuerte influencia sobre ese gobierno radical. Asimismo, fue asesor de la Honorable Convención Constituyente. En 1991, Rosenkrantz representó a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) en un caso contra la Inspección General de Justicia (IGJ), que utilizó argumentos homófobos para denegar la personería jurídica a la entidad. 

En cuanto a su carrera universitaria, puede decirse que se recibió como abogado con honores en la Universidad de Buenos Aires, con un magíster y un doctorado en Derecho de la Universidad de Yale.