Que cuatro de cada diez estudiantes de quinto y sexto año de la secundaria en el país (en el marco del Operativo Aprender 2017) presentaran un nivel bajo en lo que a conocimientos básicos de matemática se refiere, no pasó inadvertido para las autoridades del Ministerio de Educación de la Nación.

Así, este año la intención fue comenzar una serie de modificaciones en la forma en que se imparte esta materia fundamental desde el primer grado. Para eso, uno de los primeros pasos consistió en revisar y observar los modelos extranjeros que tuvieron buenos resultados. Ahora, la idea es comenzar 2019 con algunos cambios que también buscarán una impronta local en Mendoza.

María Julia Amadeo, directora de Planificación de la Calidad Educativa de la Dirección General de Escuelas (DGE), explicó que el objetivo central de este cambio de rumbo en la enseñanza de matemáticas buscará centrar el proceso de aprendizaje hacia las necesidades que se plantean respecto de la vida cotidiana de las personas. Es decir, se buscará hacer hincapié en las herramientas básicas y elementales de esta materia, pero en toda su profundidad.

“Es fundamental que los alumnos que el año que viene ingresarán a primer grado y que en treinta años tendrán más de 35 aprendan el uso social que puede tener la matemática, como una herramienta fundamental para la vida”, destacó la funcionaria y adelantó que este miércoles comenzarán a capacitarse 600 docentes de todo el país, mientras que se buscará llegar en una primera etapa a unas 10 mil escuelas del territorio que mostraron los peores resultados en el marco de los operativos Aprender 2016 y 2017, destinados a “medir” el pulso de la calidad educativa en Argentina.

Del grupo que se irá a capacitar a Buenos Aires, 17 docentes son mendocinos que a su vez, buscarán establecer luego con el “formato de cascada” – es decir enseñando a la vez a otros docentes- nuevas aplicaciones pedagógicas para reforzar el aprendizaje de matemática.

En Mendoza, al igual en el resto del país, los puntos más flacos demostrados por los/las estudiantes fueron los relativos cálculos sencillos, dimensiones y resolución de problemas. De hecho, aquí 38% de los estudiantes demostraron conocimientos por debajo del nivel básico.

Amadeo detalló que el modelo que se busca instaurar de manera paulatina a partir del próximo año lectivo y desde las primeras etapas de la enseñanza formal no fue elegido al azar por las autoridades nacionales. Se tomó como ejemplo la experiencia de países donde los resultados en cuanto a la calidad de la enseñanza en matemáticas son positivos o al menos van por buen rumbo. Singapur, Francia, Portugal y México han sido los cuatro países de los cuales se tomaron los aspectos respecto de los modelos de enseñanza en base a sus fortalezas.

“Cada modelo es único y aplicable a su país. Son culturas y necesidades muy diferentes, por eso lo que se hizo fue analizar las potencialidades y en función de los requerimientos nacionales, se diseñó un modelo para Argentina”, aclaró Amadeo.

Así, el plan de trabajo incluyó además que las diferentes comunidades educativas armaran sus aprendizajes prioritarios. Esa instancia se concretó entre julio y agosto pasado. Quienes se encargarán de brindar la formación serán especialistas el Instituto de Formación Docente de Monterrey (México). “Lo que buscaremos es que se enseñe matemática desde una mirada más centrada en los usos sociales, es decir, para qué la utilizamos en la vida cotidiana”, planteó la funcionaria.