México vive momentos de tensión tras la ola de protestas y disturbios que se registraron en varios Estados en lo que se ha llamado “gasolinazo”, motivados por el descontento social que generó la decisión presidencial de permitir el incremento en los precios de los combustibles.

La tensión se esparció por varias zonas del país tras la entrada en vigencia del nuevo cuadro tarifario de naftas y gasoil. Las protestas que se iniciaron como manifestaciones y bloqueos en rutas, estaciones de servicios y centros de distribución de combustibles, pronto derivaron en saqueos en comercios y gasolinerías.

Según cita Infobae, los principales focos de disturbios se produjeron en las últimas horas en las ciudades de Veracruz, Ciudad de México, Tenayuca y Lomas de Cuautitlán, entre otras. En tanto, desde el Gobierno mexicano informaron que ya son cerca de 250 los detenidos y anunciaron que se tomarán las “medidas necesarias” para controlar la situación.

Por su parte, diario La Nación dio cuenta que en Ciudad de México un policía murió como consecuencia del enfrentamiento contra un grupo de vándalos cuando intentó frenar el ataque que pretendían llevar adelante.

Portales aztecas señalaron la preocupación de las cámaras de comercio ante la creciente inseguridad de que sufren los propietarios por el temor a ser víctimas de hechos violentos. El diario El Universal refleja en su portada la alarma de la Asociación Nacional de Tiendas y Autoservicios y Departamentales de México (ANTAD), quienes remarcaron que las protestas comenzaron con el incremento en los combustibles y que ya son 250 los negocios saqueados ubicados en Cancún, Michoacán, Tabasco, Veracruz, entre otros.

La entidad de comercios informó que no han recibido avisos de locales incendiados, pero advirtieron que la situación “se está saliendo de control”, por lo que pidió al gobierno federal y estatal una intervención efectiva.

Desde la petrolera Pemex también advirtieron sobre las consecuencias de las protestas. Autoridades de la compañía informaron que los bloqueos a calles que dan acceso a algunas terminales de almacenamiento de combustible producen desabastecimiento y que el problema podría agravarse por la escasez de combustible que para las turbinas de aviones y helicópteros.

El primero de enero entró en vigor el nuevo régimen tarifario para todos los combustibles, medida que afectó a todo el país. La secretaría de Hacienda anunció a fines de diciembre que el precio por litro de la gasolina Magna sería de 15.99 pesos (0,75 dólares), el de la Premium 17.79 pesos (0,84 dólares) y el del diésel 17.05 pesos (0,80 dólares), lo que significó alzas que van desde el 14.2 al 20.1 por ciento, según La Nación.

En tanto, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió a la prensa que "El Gobierno de la República no permitirá abusos de quienes al amparo de esta medida (la subida de precios) se excusan y cometen tropelías".