El vocero presidencial, Manuel Adorni, arrancó su habitual conferencia de prensa de esta semana con el anuncio de que el Gobierno revisará el registro de usuarios y usuarias de cannabis medicinal por supuestas irregularidades en la aprobación de solicitudes y buscará limitar la inscripción solo a determinadas patologías, particularmente sobre las que existe evidencia científica de los beneficios del uso de ese producto. El foco parece así volver sobre conceptos básicos que el activismo cannábico repitió varias veces durante los debates en el Congreso de la Nación mientras se trató la Ley de Cannabis Medicinal, entre 2015 y 2017: hay evidencias empíricas, investigaciones en desarrollo y también evidencias testimoniales con seguimiento médico sobre las mejoras en la calidad de vida de pacientes gracias al uso del cannabis medicinal.

Qué es el Reprocann: requisitos y personas inscriptas

El Registro Nacional de Personas autorizadas al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos (Reprocann) es una base de datos diseñada para poder registrar a aquellas personas que cuenten con las condiciones para acceder a un cultivo controlado de la planta de cannabis, con fines de tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor. Así lo explica el propio sitio oficial. Fue creado por medio de la Resolución 800/2021 del Ministerio de Salud de la Nación durante el gobierno de Alberto Fernández.

Hasta julio de 2022, eran 87.327 las personas incorporadas al registro, de acuerdo con la información a la que accedió el Centro de Datos de Chequeado a través de un pedido de acceso a la información pública. Estas personas pueden tener hasta nueve plantas de cannabis en floración y están autorizadas a transportar hasta 40 gramos de flores secas o seis unidades de goteros de 30 ml.

Para inscribirse, es necesario que toda persona cuente con una indicación médica de uso de cannabis y sus derivados por parte de un profesional médico y realice un trámite ante el Ministerio de Salud de la Nación. Este último incluye la presentación de un consentimiento informado bilateral (es decir, paciente y médico/a) y una declaración jurada.

En los antecedentes del Reprocann figura la Ley 27350, aprobada por el Congreso en 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri. La norma no tuvo anclaje en la realidad; una de las razones fue que su reglamentación restringía el uso y cultivo de cannabis a investigación científica y desarrollo, y permitía que apenas niños y niñas con epilepsia refractaria recibieran tratamientos con la planta solo con fines investigativos.

Luego, ya durante la gestión de Alberto Fernández, se cambió la reglamentación de la ley y se creó el Reprocann, a través del cual cualquier persona puede cultivar hasta nueve plantas en su casa o acceder a estas, siempre y cuando un médico dé su consentimiento y lo indique en una declaración jurada presentada ante el Ministerio de Salud. Es decir, con esa reglamentación, no importa la patología, sino que el médico considere útil el uso de cannabis. Las ONG pueden seguir un trámite similar.

El permiso tenía originalmente una validez de un año. En 2023 se amplió a tres, ya que renovar el trámite demandaba tres meses, durante los cuales, si una persona usuaria tenía plantas en sus casas, quedaba expuesta ante la ley penal de drogas.

El uso de cannabis medicinal

El secretario de Calidad en Salud nacional, Leonardo Oscar Busso, mantuvo hace algunos días una reunión con el Consejo Consultivo del Reprocann, conformado por organizaciones cannábicas sin fines de lucro inscriptas en el registro. Acudieron Yungannabis, Vida Mejor y Madres Cultivadoras Argentinas. Allí, sus integrantes volvieron a recalcar que hay evidencias empíricas y testimoniales sobre los buenos resultados del uso del cannabis medicinal en pacientes con distintas patologías.

Según una nota de Infobae, en el encuentro con el Consejo Consultivo, Busso les dijo que el sistema de aprobación estaba colapsado debido a la alta demanda. Explicó que al Gobierno le llamó la atención la concentración de altas cantidades de solicitudes en pocos profesionales, tanto de la salud como abogados (para el caso de las ONG). Por eso, el funcionario explicó que se está evaluando la implementación de filtros para priorizar y agilizar casos de usuarios o usuarias con patologías con mayor necesidad, relevancia o urgencia. Para las ONG, en tanto, estarían pensando en nuevos requisitos y análisis complementarios, para evitar lo que el Gobierno considera una excesiva proliferación de organizaciones que funcionan como “clubes de cultivo”.

En líneas generales, quienes están en el tema sostienen que están conformes con el funcionamiento del Reprocann y que son importantes las auditorías. Además, el sector considera que hace falta de capacitación dentro del sistema de salud, en el Poder Judicial y en las fuerzas de seguridad, frente a casos de personas inscriptas en el Reprocann pero que, de todas maneras, enfrentan trabas legales. 

Las personas autorizadas para el cultivo de cannabis

Chequeado detalló que la gran mayoría de las personas que formaban parte del Reprocann a julio de 2022 son de sexo masculino (69.601, es decir, el 80 %) y 17.455, femenino. Otras dos personas figuran con DNI no binario, es decir que en el campo “sexo” de la documentación legal dice “X”. Esto comprende a personas de identidad “no binaria, indeterminada, no especificada, indefinida, no informada, autopercibida, no consignada”, según el sitio oficial.

Las jurisdicciones con más personas incorporadas al registro son la provincia de Buenos Aires (36.881), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (12.372) y la provincia de Córdoba (7574). En el otro extremo del espectro, Formosa (147), Jujuy (300) y Santiago del Estero (365) son las provincias con menos representantes locales en el Reprocann.

El 76 % de las personas autorizadas para el cultivo del cannabis medicinal tienen entre 18 y 39 años. Hay 194 personas inscriptas en el registro menores de 18 años y 2542 mayores de 60. Si bien la inmensa mayoría de los registrados cultiva y prepara derivados para sí, también se inscribieron 1403 personas que cultivan para familiares o allegados. Además, se aprobaron 141 trámites de redes de pacientes u ONG autorizados para el cultivo para terceros.