Hablan de integración: toman este concepto como una de las propuestas para el proyecto que tienen para la UNCUYO y, a la vez, como denominación de su espacio político. Hay que integrar el secundario con la universidad para combatir la deserción.
Jorge López, candidato a rector y Adriana García, candidata a vicerrectora por Integración Universitaria. Fotos: Axel Lloret.
Ambos son decanos actualmente: el candidato a rector es Jorge "Coco" López, al frente de la Facultad de Ciencias Económicas, y la candidata a vicerrectora es Adriana García, decana de Filosofía y Letras. Edición UNCUYO los entrevistó para conocer las propuestas que tienen para gobernar la Casa de Altos Estudios.
¿En qué momentos de sus vidas coinciden para poder generar esta fórmula?
López: Es una cuestión de vocación de servicio a la gente, y encontrarlo en la Universidad es un privilegio. Pude hacer en la historia de mi vida distintas cosas, pero un día me pregunté dónde podía hacer más y la respuesta fue en la educación. Como director de carrera de Administración en Ciencias Económicas, y luego como decano, me he dedicado con mucha fuerza al tema de la formación humana. Hace siete años, desde que asumí mi primer mandato como decano y Adriana era decana de Filosofía, comenzamos un trabajo conjunto que se dio también con otros decanos. Yo, tirando más bien a la vinculación con el medio y ella, con lo académico.
García: Toda mi actividad laboral se ha desarrollado dentro de la Universidad. Fui profesora del Colegio Universitario Central (CUC) y luego vicedirectora. Paralelamente hice toda la carrera docente en la Facultad de Filosofía y Letras desde Adscripta, Jefe de Trabajos Prácticos, Adjunta Efectiva y Titular efectiva. Fui Consejera Directiva, Coordinadora del Ingreso en la carrera de Historia y Secretaria Académica desde el 2002 hasta el 2008, año en que fui elegida como Decana. En 2008 empecé a trabajar con Coco en una mesa de diálogo y compromiso muy fuerte que se dio especialmente porque los dos tenemos la posibilidad de conducir unidades académicas muy grandes. Pero la fórmula surgió el año pasado.
¿En qué momento?
García: En ocasión de la elección del vicerrector, con un grupo de decanos decidimos mi postulación, en una elección que fue muy reñida pero que no ganamos. Decidimos seguir trabajando y ahí surgió la fórmula.
López: En ese momento nos vieron naturalmente a los dos como candidatos.
¿A dónde apunta la propuesta de Integración para conducir la Universidad?
López: Hay que consolidar el prestigio de la Universidad con una fuerte vinculación social. Yo hablo de un triángulo virtuoso, que es sociedad, gobierno y universidad. La universidad tiene que atender al crecimiento de su propia gente y a las asociaciones de todo tipo, y estar en relación con el Gobierno. Hay áreas de carencia, la Universidad muchas veces carece de presupuesto, por eso tenemos que juntarnos los tres integrantes de este triángulo virtuoso y unir esfuerzos con el menor costo posible. Un ejemplo de ello es la matriz de insumo productor que hemos consolidado en Ciencias Económicas, que reúne una cantidad de datos que son, en definitiva, información para la decisión. Para implementarlo estamos a punto de firmar un convenio con el Gobierno de Mendoza. Lo mismo estamos haciendo en Ciencias Económicas con el impacto del turismo por departamento, para dar un ejemplo de la vinculación que estamos planteando.
García: Debe estar asociada la vinculación social a la responsabilidad social. Si el objetivo de nuestra universidad es la formación del ciudadano para el bien común, ahí está la responsabilidad social. Hoy, cuando hablamos de universidad, tenemos que tener en cuenta las demandas y las necesidades. Un gestor tiene que manejar tres tiempos: uno largo, uno corto y el hoy. El largo está dado por la historia de la universidad; el corto, por la coyuntura, por cómo se han afianzado las carreras, y el hoy por el día a día de la gestión.
¿Qué creen que hay que cambiar dentro de la Universidad?
López: Hay mucho por continuar y eso está vinculado con el Plan Estratégico del que nosotros también formamos parte. Se ha abierto la universidad al medio, pero hay que profundizar ese trabajo. La elección directa es un proceso muy importante que tenemos que consolidar. Lo que nos llama la atención es la no concurrencia de las acciones entre unidades académicas, entre las secretarías. Hay que integrar la escuela secundaria, la universidad, los postgrados.
García: Si no asumimos un paradigma de la complejidad asociado al paradigma del desarrollo humano, no podemos pensar en un proyecto a largo plazo. Estos son parte de los planteos del proyecto Plan Estratégico 2021 del que participamos todos.
¿Y cómo se hace para lograr esa integración que plantean, ya desde el nombre del espacio?
García: Sabiendo que el sujeto del aprendizaje ha cambiado radicalmente. El tema es cómo asumimos con total dimensión esta situación. Por eso es muy importante la participación del docente universitario. Cuando llega un futuro estudiante universitario, vemos una gran brecha entre lo que estudió y lo que se espera de él en la universidad, por eso hay que generar un puente para que el alumno permanezca.
López: Hay que acordar contenidos mínimos con el secundario para asegurarnos de que los alumnos se están preparando para la universidad. Pero además, hay que conocer que cuando el alumno ingresa y luego abandona su carrera, generalmente lo hace por razones que están vinculadas con lo emotivo. Hay que ver cómo llegamos al alumno para que no se vaya de la universidad. El tema es que hoy, me da vergüenza decirlo, hay cátedras que tienen 400 alumnos en un mismo curso; el docente se ve obligado a hacer una evaluación simplista y el alumno, a especular para ver cómo se pasa esa evaluación.
López es el actual decano de Ciencias Económicas y García, la actual decana de Filosofía y Letras. Dicen que hay que integrar la Universidad con el nivel medio. Sostienen que hay que incorporar campus virtuales a la UNCUYO. Aseguran que la universidad debe tener más integración con la sociedad y el gobierno.
¿Ayuda el contexto nacional para los cambios que quieren hacer?
López: Estoy seguro de que sí, pero en tramos diferenciados. La inversión que ha hecho este gobierno en materia de educación ha sido algo positivo para la universidad. Ha habido un crecimiento en los salarios, pero no en cargos ni en servicios. En cuanto a los aspectos tecnológicos, ha habido un gran crecimiento y también se han creado nuevas universidades, Pero los incentivos de nuestros investigadores se quedaron en la historia.
Da la impresión de que para ustedes está todo por hacer...
García: Nosotros trabajamos en tres ejes que son la consolidación, la integración, y seguir desarrollando y haciendo. El trabajo con nuevos entornos de aprendizaje tiene que ver con una política nacional vinculada con Conectar Igualdad, que muchos alumnos conocen desde el secundario, pero lamentablemente muchos docentes no manejan esas herramientas.
López: Hemos hecho esfuerzos, pero falta. Más del 50 por ciento de nuestra facultad tiene plataforma educativa, los alumnos mismos la promueven. Ese es un tema a tener en cuenta. Hay profesores que hacen esfuerzos y le ponen ganas de aprender, tenemos que hacer el esfuerzo entre todos por incorporarlo. Otro tema que queremos revisar es el tema de las pasantías.
¿Qué opinan del debate social sobre el narcotráfico que se está dando?
López: Tenemos que hacer hincapié en el flagelo que significa el narcotráfico. Creo que es una de las herencias del dejar hacer del neoliberalismo. Requiere un esfuerzo integral, desde todo punto de vista, tomar la decisión de terminar con la mafia del narcotráfico que es una mafia organizada. Estoy de acuerdo con lo que algunos dicen, que somos funcionales a los grandes países consumidores si como sociedad seguimos actuando como estamos.
García: Creo que a los alumnos, desde la universidad, tenemos que darles herramientas como conocimientos sobre el narcotráfico pero también el medioambiente. Son temas a los que la universidad no puede estar ajena.
¿De qué se quejaban cuando eran estudiantes?
López: Yo fui al Martín Zapata y lo único que me interesaba era irme cuanto antes de vacaciones, por eso aprendía lo que más podía. Mi primer puesto de profesor fue en Chos Malal. Después, en la universidad, fui delegado del Centro de Estudiantes por una lista que se llamaba Independiente, Movimiento Independiente de Ciencias Económicas, y nuestro principal reclamo era cambiar los planes de estudio. Fue una reivindicación universitaria estricta, alejada de la política. Yo me recibí en 1967.
García: Yo, lo que recuerdo es que cuando estudiábamos usábamos carbónico para socializar los libros... No existía la fotocopiadora. Eso sí era muy incómodo. Yo me recibí muy joven y la verdad es que me identifico como docente desde siempre. Mi gran logro fue dar clases y tuve la posibilidad de empezar en dos colegios, dando Historia Argentina desde 1978. Estos colegios fueron el Sagrado Corazón y el CUC. Recuerdo que lo más impactante fue reconocer que en mis clases de Historia Argentina en quinto y sexto año tenía alumnos cuyas familias habían protagonizado y sufrido durante el último golpe militar y me pareciá que tenía que atender esa situación para mirar la Historia desde otro enfoque. Entonces decidí utilizar el método retrospectivo, es decir, dar la Historia desde el presente hacia el pasado. Comencé, entonces, desde los hechos más reciente hasta 1810. Paralelamente nos enfocábamos en grandes temas pero absolutamente contemporáneos lo que les permitía tomar contacto con la realidad, analizar y debatir.