Sin contar el valor del uniforme, un estudiante de nivel primario debe contar con $ 360 aproximadamente para gastos en material didáctico. Uno del secundario necesita un poco más, $ 582 para ser exactos. A 20 días del inicio oficial del ciclo lectivo 2018, los negocios del centro ya ofrecen en sus estanterías y vidrieras todo un arsenal de útiles.

Las listas confeccionadas por Unidiversidad para sacar este promedio contienen, en el caso del nivel primario, una libreta, un cuaderno de 84 hojas tapa blanda (a cuadros o a rayas), un adhesivo vinílico chico, 12 fibras, una lapicera, un sacapuntas, una cartulina, una cartuchera sencilla, un lápiz, una goma, 12 colores, una bolsita de papel glacé y una carpeta A3. En el caso del secundario, la compra incluiría un bibliorato A4, un set de geometría, un resaltador, una cartuchera, 12 colores, un fibrón, un papel afiche, una cinta adhesiva, un repuesto Rivadavia A4 de 288 hojas, una lapicera azul o negra y otra de otro color.

El valor de los repuestos varía de acuerdo con la calidad y la cantidad de hojas que contengan. Parten desde los $ 19,90 y la caja de 480 hojas puede llegar a $ 225.

Unidiversidad recorrió distintas casas de venta de útiles escolares. Daniel, empleado de Mix de Compras, comentó que debieron sacar todos los juguetes y exhibir la mercadería de librería y papelería ante la gran demanda. “A diferencia de otros años, hemos notado que la gente, excepto quienes vienen con las listas pedidas desde los jardines, viene con más tiempo y no deja todo para último momento. Estamos reponiendo permanentemente cuadernos, cartucheras, carpetas y mochilas".

Respecto de los precios, el empleado dijo que "las marcas influyen muchísimo" y que hay "un alza grande en carpetas y cuadernos A3", aunque aclaró que "siempre hay algunas promociones con materiales que quedan de otros años". Como ejemplo, mencionó un cuaderno con índice de años anteriores, en buen estado y con valores "insuperables": cien hojas por $ 16. El ofertón suele ser aprovechado por docentes y estudiantes para tomar apuntes.

Las vidrieras del Gran Mendoza ya "vocean" las ofertas en útiles escolares.

Por su parte, Franco, encargado del sector librería de Segal, pintó un panorama distinto. Dijo que tiene esperanzas de que las visitas se acrecienten en los próximos días: “Tenemos movimiento todos los días, sobretodo en la tarde, pero todavía no ha entrado el fuerte. Creo que empieza la semana que viene”.

Cuidar el bolsillo

Si bien escapa a la lista de útiles escolares, las mochilas suelen tener su minuto de fama por estos días. Mariana, vendedora de la marroquinería Ekkos, contó: “La gente prefiere comprar con tarjeta y tenemos buenos planes con tarjeta los fines de semana. A todos los precios de lista les hacemos un 20 % de descuento”. Sin embargo, reconoció que todavía es muy pronto para poder evaluar porque "recién estamos arrancando”.

En el centro hay dos tipos de clientes: un público insatisfecho, que recorre varios locales en búsqueda de precios, y otro resignado. “Todos los años cambia de mochila. Los precios están un poquito altos, pero igual hay que comprarles a los chicos. ¿Qué se le va a hacer?”, se preguntó Ana Méndez, una compradora.

Para renovar la mochila en esta vuelta a clases debe pensarse en un gasto de aproximadamente $ 500.

El temido “efecto Chile”

Desde hace años, muchos mendocinos que veranean en Chile dedican parte de sus días de descanso a comprar. Quienes lo hacen a finales de enero y principios de febrero "enganchan" la venta escolar que invade las tiendas del vecino país. No es para menos. Mientras en Mendoza una mochila con carrito cuesta más de $ 1500, en los comercios chilenos no supera los $ 900.

La diferencia también se observa en útiles pequeños como tijeras o resaltadores. En ese tipo de materiales, las diferencias son de entre $ 10 y $ 20, dependiendo del producto.