La 38.ª sesión del comité de patrimonio mundial de la UNESCO se desarrolló en Doha, Qatar, y fue la ocasión para declarar como patrimonio de la humanidad, en la categoría “itinerario cultural”, al camino que se extiende más de 20 000 kilómetros en paralelo al Océano Pacífico, une Colombia con Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile; en nuestro país recorre las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza, donde se encuentra el Puente del Inca.

El tramo mendocino que alcanza esta categoría está comprendido entre Ciénaga de Yalguaraz y Puente del Inca; abarca las secciones “Ciénaga del Yalguaraz -San Alberto”, Tambillos, Ranchillos y Puente del Inca, como así también tres sitios arqueológicos asociados: Confluencia, Pirámide del Aconcagua y Cerro Penitentes, informa el Gobierno de la provincia de Mendoza.

La declaración es el reconocimiento a un trabajo de más de una década, a nivel nacional y regional, para garantizar la preservación de la vía. Los seis países trabajaron desde 2001 en la elaboración de un plan coordinado de conservación patrimonial, así como de desarrollo social y turístico, con el fin de que el Qhapaq Ñan fuera incluido en el listado de patrimonios mundiales. 
Ese esfuerzo se acrecentó en Mendoza a partir de 2012 con la creación de la Unidad de Gestión Local, bajo la coordinación de la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos y del Comité Mendoza, como síntesis de un trabajo participativo que incluyó a los pueblos originarios de la zona, reconocido por la visita en 2013 de Ángela Rojas, veedora del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) enviada por UNESCO.

La participación de las comunidades locales es fundamental también para llevar adelante el Programa Vial Andino Qhapaq Ñan, que se basa en la colaboración entre los Estados nacional y provinciales, y que se propone el cuidado y el desarrollo sustentable. El Comité Mendoza Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino está presidido por el asesor científico del Gobierno de Mendoza, doctor Roberto Bárcena, e integrado por el CCT Mendoza-CONICET; el Ministerio de Turismo; el Ministerio de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales; la Dirección Nacional de Vialidad; las municipalidades de Las Heras y Luján de Cuyo; el Ejército Argentino; la Facultad de Filosofía y Letras (UNCUYO), la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos y representantes de pueblos originarios.


Un puente con leyenda

El Puente del Inca es uno de los puntos más importantes del tramo mendocino, ya que une las dos orillas del río Las Cuevas. La leyenda incaica explica que la construcción es obra de Inti, el Sol, y de Mama Quilla, la Luna. Su descendiente, el Inca, estaba gravemente enfermo y había viajado desde Cuzco en busca de la cura que, aseguraban los chasquis, se encontraba en el sur. El camino del Inca, a lo largo del sendero de piedra trazado en todo el Tahuantinsuyo, había atravesado montañas, selvas y desiertos, pero el río caudaloso resultaba una barrera imposible. 
Cuando la comitiva despertó de otra noche atravesada por la agonía de su querido emperador se encontró con el puente construido por los dioses.  Llegaron a destino, consiguieron las hierbas medicinales, el Inca sanó y regresó a Cuzco. 

Aunque el camino se consolidó en el siglo XV, el sendero se inició por obra de otros pueblos originarios hace más de 2000 años y no solo atraviesa el extenso terreno de norte a sur, sino que también se adentra en las selvas, los valles y hasta el Gran Chaco.

La declaración de UNESCO facilita la preservación del valor arqueológico del Qhapaq Ñan a través de la obtención de fondos para su cuidado y restauración.