La fisura labio alvéolo palatina (FLAP, antiguamente llamada “labio leporino”) se produce cuando determinadas partes y estructuras de la boca y/o el paladar (que comprende tanto el paladar duro como el blando) no se unen adecuadamente durante el desarrollo fetal. La patología puede diagnosticarse en los primeros meses del embarazo mediante un estudio ecográfico. A nivel mundial, los niños con FLAP que no acceden a una cirugía reconstructiva oportuna pueden enfrentar dificultades para alimentarse, respirar y a nivel de la audición y el habla.

Según una estadística realizada por Smile Train, organización mundial dedicada a la capacitación profesional y el tratamiento de la fisura labiopalatina, cada 3 minutos nace en el mundo un niño con esta enfermedad. En la Argentina, nacen cada año alrededor de 1000 niños con fisura. Además, la ONG trabaja con 15 centros de salud de todo el país con el fin de empoderar a los equipos profesionales para trabajar de forma conjunta. También ofrece capacitación y recursos a nivel internacional, brindando, a su vez, apoyo a las familias para que puedan sostener los tratamientos y mejorar su calidad de vida.

En la actualidad, Smile Train colabora con el Hospital de niños Humberto Notti, uno de los más importantes del país a la hora de ofrecer tratamientos avanzados sobre el tema, gracias a un trabajo conjunto de especialistas en cirugía, odontología, pediatría, otorrinolaringología, fonoaudiología, kinesiología y psicología, entre otros. Silvia Torres, odontopediatra de ese hospital, comentó que en nuestra provincia se dan entre 40 y 60 nuevos casos de FLAP al año. En los últimos 15, se han tratado alrededor de 500 pacientes, ya que los controles se realizan desde el nacimiento hasta la adolescencia.

En el marco de la pandemia por COVID-19, una de las iniciativas de esta organización fue la puesta en marcha de un sistema de teleconsultas que permite a los equipos profesionales y a más de 400 niños, niñas y adolescentes continuar con las terapias y controles previstos, lo que significa un acompañamiento fundamental que mejora su calidad de vida.

“Desde el inicio de las teleconsultas, siempre trabajamos con el compromiso de las familias. Gracias a esto, los padres se sienten verdaderamente empoderados. Por ejemplo, se les pide a las familias que filmen a los chicos lavándose los dientes y eventualmente se les envía la corrección”, afirma Torres.

En el centro de salud, actualmente se atiende a 250 pacientes bajo esta modalidad y se realiza un control nutricional. Si alguna familia tiene problemas de conectividad, Smile Train también colabora para que puedan disponer de carga telefónica para cumplir el tratamiento.