En marzo de este año María Ovando vio morir a Carolina
una de sus 12 hijos/as. En un arranque de desesperación y terror la enterró en
proximidades del Arroyo Aguaray Guazú, Colonia Mado, Misiones. María tiene 36
años, es analfabeta, vivía en la extrema pobreza y era victima de
violencia familiar. El juez Saldaña no reparó en ninguno de estos
elementos y ordenó la prisión preventiva acusándola de abandono de persona.
En el penal de
mujeres de Villa Lanús, permanece detenida María Ovando a la espera de que la Justicia resuelva el
pedido de prisión domiciliaria.
Mientras tanto se han generado varias marchas
en defensa de Maria con la consigna: “ella merece no sólo la libertad, sino
atención integral del Estado para ella y sus hijos. Es injusto e inaceptable
que la justicia misionera pretenda criminalizarla por ser mujer y además pobre.
“