El Departamento General de Irrigación (DGI) salió a promover el uso de agua de riego en áreas urbanas que anteriormente fueron fincas en Mendoza. El objetivo es disminuir el derroche de agua potable en los barrios a través del sistema que se usaba cuando estas zonas eran solo lotes rurales y que luego del proceso de urbanización continúan teniendo derecho a riego.

De hecho, en muchos barrios de la provincia ya se está utilizando de manera exitosa este sistema.

Lo que se busca es un cambio de denominación. Se está trabajando para que el consumo categorizado como “uso recreativo del agua” pase a ser denominado como "uso urbano”, esto afectará el modo de facturación a los usuarios.

Al respecto, el subdelegado de río Mendoza Ricardo Nordenstrom dijo: “Es un despropósito y fuera de la lógica regar con agua potable el parquizado de una casa, siendo que se podría utilizar agua de riego para ello. En algún momento el agua potable valdrá lo que en verdad tiene que valer, cuando se coloquen medidores que controlen el consumo y es allí cuando el canon que ahora en muchos lugares es más barato que el agua de riego, será superado ampliamente”.

Estamos en los albores de una toma de conciencia: el sistema con agua de riego no solo es viable, sino también necesario. El consumo por habitante se incrementa debido al aumento poblacional y el recurso que parecía ser infinito, cada vez es más escaso.

“Por eso, lo que se intenta desde Irrigación es alentar que los usuarios no renuncien a su derecho de riego, sino que lo utilicen para regar en sus propiedades a través de sistemas de riego modernos que lo hagan posible”, aseguró el ingeniero Nordestrom.