Rugido de Esperanza es el nombre del grupo de mujeres que se juntó para acompañarse en el dolor por haber perdido a su bebé en el momento del parto o momentos después. Pero en estas redes de contención, al comentar sus experiencias, las mamás notaron que también las unía la poca contención piscológica y el inadecuado trato que recibieron en los hospitales. Esto las motivó para crear un proyecto de ley, junto al legislador provincial Mauricio Sat (PJ), para que se aplique un protocolo y se corrijan ciertas prácticas de m odo de ayudar a la mujer a superar esta traumática situación.

El Senado ya le dio media sanción a esta iniciativa pionera en el país que ahora pasó a la Cámara de Diputados. En diálogo con Unidiversidad, Sat explicó que el objetivo es que tanto en hospitales públicos como privados se les brinde el acompañamiento necesario a través de un equipo multidisciplinario a las mujeres que pierden a su hijo/a en la sala de maternidad, ya sea previo al parto o en el momento posterior.

Laura Sánchez, integrante de la agrupación creada para que las mamás que pasaron por esta situación se sientan acompañadas, contó a Unidiversidad algunas de las situaciones que muchas de ellas tuvieron que atravesar: "Mi médico y obstetra actuaron bien conmigo, pero en muchos otros casos, no. Además, hay casos en los que no las dejaron ver al bebé, estar con su pareja o familia. Incluso, quien dio a luz a su hijo vivo comparte la habitación con una madre que lo perdió, entonces la situación es muy traumática para ambas".

A lo que apunta la ley es a que se cree un protocolo y se corrijan ciertas prácticas hospitalarias como las que comentó Laura. La norma prevé que se acondicione el lugar para que haya habitaciones especiales para las mujeres que atraviesan este evento traumático. "Para nosotras es muy importante no compartir la pieza con otra mamá. Al lado hay una mujer feliz y una no puede contener las lágrimas", señaló Sánchez.

Estas situaciones empujan normalmente a muchas mujeres a solicitar el alta voluntaria sin encontrarse física ni psicológicamente aptas para ello, aseguró el senador. Tampoco se destina el apoyo profesional necesario, algo esencial, remarcaron el impulsor del proyecto y la propia Sánchez, quien vivió esta situación. Por eso, además de dividir las habitaciones, la norma solicita que se coloque cartelería que indique los derechos que tienen las mujeres.

Al respecto, la integrante de Rugido de Esperanza advirtió: "Es necesario que la información de nuestros derechos esté por escrito. Que nos permitan estar con nuestras familias, que nos digan qué podemos hacer con nuestro bebé, si podemos velarlo, sacarle una foto o llevarnos un recuerdo. Todo esto nos lo tienen que informar verbalmente, pero también a través de cartelería".

No permitir estas derechos "configura violencia de género y violencia institucional sobre las progenitoras", señala el fundamento de la ley. Para el legislador peronista, esta iniciativa terminaría con "el vacío legal" que hay al respecto y con el "trato no adecuado y poco respeto que hay en la mayoría de los hospitales en este tipo de situaciones".

En cuanto al presupuesto que se necesitará para poner en práctica lo previsto en la norma, Sat declaró que "no será muy costosa" la implementación de este protocolo y que lo único que Cambiemos le solicitó es extender el plazo de su aplicación de 30 a 120 días, por lo que, según el legislador, esta ley podría aprobarse en Diputados sin mucha disidencia.