En medio de la recesión y con el clima político agitado por la reciente destitución de Dilma Rousseff, la asunción del presidente Michel Temer y el procesamiento judicial del exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva por el escándalo de corrupción en Petrobras, los brasileños celebraron ayer domingo 2 elecciones municipales que confirmaron el retroceso político del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y el avance de las fuerzas que integran la nueva coalición gubernamental, encabezada por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), según publicó La Nación. 

De las 26 capitales estatales, el PT sólo alcanzó una victoria en esta primera vuelta en la amazónica Rio Branco (Acre), de escaso peso político, y competirá en el balotaje del 30 de octubre en Recife (Pernambuco). La derrota trascendental del PT ocurrió en San Pablo, la ciudad más poblada de Brasil, centro financiero y cultural del país, donde el empresario y periodista João Doria, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal aliado del PMDB a nivel nacional, se impuso claramente con el 53,4 % de los votos y desplazó así al actual alcalde petista, Fernando Haddad (16,6 %).

Durante las últimas semanas, Haddad y otros dos candidatos, Celso Russomanno, del pequeño Partido Republicano Brasileño (PRB) y Marta Suplicy, del PMDB, disputaron cabeza a cabeza el segundo puesto con la esperanza de pasar al balotaje, pero la gran performance de Doria les frustró el camino. Una carta clave para el holgado triunfo de Doria fue el apoyo que recibió del gobernador del estado de San Pablo, el también pemedebista Geraldo Alckmin.

En Río de Janeiro, la segunda ciudad del país, el senador y obispo evangélico licenciado Marcelo Crivella (PRB), que era el favorito, no logró vencer en la primera vuelta. Con el 27,6 % de los votos, Crivella deberá enfrentar en el balotaje al diputado estatal Marcelo Freixo, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL, aliado al PT), que con el 18,4 % de los sufragios sobrepasó a Pedro Paulo Teixeira (16 %), candidato del PMDB y secretario ejecutivo del actual alcalde, Eduardo Paes, máximo organizador de los Juegos Olímpicos de este año.

Otras capitales, como Belo Horizonte, Fortaleza, Curitiba, Porto Alegre y Goiânia, deberán ir también a una segunda vuelta, prevista para el 30 de octubre. En cambio, en Salvador, el actual alcalde, Antonio Magalhães Neto, del derechista Demócratas (DEM), también aliado al PMDB en el ámbito federal, ya ganó cómodamente la reelección, con el 73,9 % de los votos.

Tras mantener un bajísimo perfil durante toda la campaña para evitar el desgaste político, el presidente Temer acudió a votar a primera hora en San Pablo con el objetivo de evitar una protesta estudiantil que estaba programada en la universidad donde sufragó. Temer eludió a los pocos periodistas que estaban en el lugar desde temprano y no hizo declaraciones.

En los suburbios paulistanos, en la ciudad de São Bernardo do Campo, el expresidente Lula acudió esperanzado a emitir su voto y aseguró que el PT sorprendería en estos comicios. Sin embargo, hasta en esa localidad, cuna del partido y bastión de Lula, el PT fue derrotado. Dilma votó en un colegio de Porto Alegre, ciudad donde se instaló desde que dejó Brasilia el mes pasado, y fue recibida por un grupo de manifestantes que coreaban cánticos a su favor.
 

Asesinatos y arrestos en la última semana de campaña

El tramo final de las elecciones se vio empañado en los últimos días por una ola de violencia, en la cual fueron asesinados el candidato a alcalde José Gomes da Rocha, en el estado de Goiás, y el candidato a concejal Marcos Falcon, en Río de Janeiro. Mientras tanto, en el norteño estado de Maranhao fueron atacados varios locales electorales, presuntamente por parte del crimen organizado. Además, unos 150 candidatos fueron arrestados por cometer irregularidades tales como hacer regalos a los votantes.