El ex vicepresidente Amado Boudou aseguró que existe “una cuestión de revancha” en el proceso judicial que se le sigue por el caso Ciccone, relacionada con la modificación del sistema jubilatorio, que, durante los gobiernos kirchneristas, pasó de manos de las AFJP al Estado.

Boudou ejerció el derecho que le otorgaron los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N.° 4 de decir sus últimas palabras antes de conocer la sentencia después de mediodía (martes 7 de agosto) por el caso Ciccone.

El ex vicepresidente está acusado de cohecho (soborno) y de negociaciones incompatibles con la función pública. Específicamente, está sospechado de adquirir la imprenta Ciccone a través de testaferros e impulsar el levantamiento de la quiebra de la misma para quedarse con el 70 % de las acciones.

Hoy se conocerá el veredicto contra Boudou por el caso Ciccone

El ex vicepresidente arriesga una pena de cinco años de prisión. Está acusado de negociaciones incompatibles con la función pública. Seguí en vivo la audiencia.

Una "revancha"

De traje azul, el ex vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner aseguró que hace siete años le advirtieron que no le perdonarían la modificación del sistema jubilatorio (que pasó de las AFJP al Estado). “Acá hay una cuestión de revancha, de aleccionar, de que nadie se atreva a intentar cambiar las cosas. Los que caminan por el carril que ellos deciden, está bien, los que intentan cambiar la realidad son perseguidos en forma mediática y por la Justicia”, fueron sus palabras. Y añadió que hoy “tenemos un gobierno pagado de funcionarios” que pertenecían a las AFJP.

Boudou aseguró que desde el comienzo el proceso judicial tiene “cosas extrañas”. Dijo que se invirtió la carga de la prueba, es decir que los acusados debían probar que no estuvieron o que no dijeron las cosas que un tercero oyó que sí hicieron; que no existen pruebas ni del cohecho ni de las negociaciones incompatibles con la función pública, ya que aseguró que no existieron y que los testigos ratificaron que la negociación se hizo entre privados.

El exfuncionario kirchnerista subrayó que cada una de las acusaciones quedó desbaratada, que así lo demuestran los documentos y las personas que testificaron, incluido el llamado arrepentido de la causa, Alejandro Vandenbroele, señalado como testaferro de Boudou. 

“Hay un relato construido, un intento de cuestión probatoria. Jamás negoció por mí, ni a través de terceros, el 70 % de Ciccone. El supuesto del cohecho no tiene ningún asidero, porque no existió”, expresó.

El ex vicepresidente también habló sobre el periodismo y el rol que cumplió en la causa. Dijo que tiene un papel fundamental en la vida democrática, pero que de ningún modo es el rol de la Justicia. “El intento de involucrarme en un cohecho ya lleva siete años, ha sido machado por la prensa y, repito, la prensa tiene un rol fundamental, pero no es el de la Justicia, no es el rol del Poder Judicial ni de las personas que administran Justicia”.