Botellas reutilizables: cuidar su higiene es clave para una buena salud
Las personas las usan a diario sin prestarle atención a su limpieza, lo que es un error porque albergan microrganismos que a la larga pueden afectar nuestro cuerpo. También hay que prestar atención al material del que están hechas y a su vida útil.

Botellas reutilizables: cómo la falta de higiene puede poner en riesgo tu salud. Foto: Pixabay
Llevar una botella de agua reutilizable se ha convertido en una práctica común, tanto por razones de salud como de sostenibilidad. Sin embargo, pocos prestan atención a un aspecto fundamental: su correcta limpieza. La falta de higiene en estos recipientes puede ser un riesgos para la salud, dependiendo del material y del mantenimiento que se les dé, sobre todo porque pueden albergar microrganismos que a la larga afectan a nuestro cuerpo.
Cecilia Fusari, ingeniera agrónoma y docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), explicó que muchas personas creen que enjuagar la botella con agua es suficiente para mantenerla limpia, pero esto es un error. "Es fundamental limpiar una botella, sobre todo la de plástico que llevan nuestros hijos a la escuela o la que usamos cuando hace calor. Los riesgos varían dependiendo del material", enfatizó la especialista, quien sumó detalles para saber cómo higenizar correctamente estos recipientes de uso diario.
Las botellas de agua reutilizables puden albergar microrganismos que afectan la salud. Foto: Pixabay.
Riesgos, según el material
El principal riesgo de las botellas de vidrio es la rotura. “Un golpe puede generar pequeñas astillas que pueden terminar en el agua sin que el usuario lo note, lo que representa un peligro al ingerirlas”, dijo. Por esta razón, Fusari desaconseja su uso en niños. Su durabilidad es de dos a tres años, pero su mayor inconveniente es su fragilidad.
En la caso de las botellas de aluminio, la ingeniera sostuvo que son seguras siempre que solo se utilicen con agua. El contacto con líquidos ácidos, como jugo de limón, naranja o bebidas de moda —como las isotónicas con electrolitos—, pueden generar migración del aluminio al agua. “Estudios han vinculado la acumulación de aluminio en el organismo con enfermedades como el Alzheimer y problemas renales en personas dializadas”, detalló.
Por otro lado, “las botellas de acero inoxidable son generalmente seguras”, afirmó la especialista, aunque pueden presentar corrosión si sufren golpes que dañen su capa protectora. "El óxido no solo afecta el sabor del agua, sino que también puede contener sustancias perjudiciales que, a largo plazo, se han asociado con problemas gastrointestinales, daño hepático y hasta riesgos para el sistema cardiovascular. Su vida útil es similar a la botella de vidrio, ronda los tres años, aunque su seguridad depende del cuidado que reciban", especificó.
En cuanto a las botellas de plástico, Fusari remarcó que presentan el riesgo de liberar microplásticos en el agua, especialmente si se exponen a altas temperaturas, como al dejarlas al sol o meterlas en el congelador. “Recomiendo seguir siempre las instrucciones del fabricante, para evitar usos no recomendados como colocar líquidos calientes o congelarlas”, dijo. Y remarcó, además, que es fundamental elegir modelos que sean aptos para el contacto con alimentos y libres de BPA.
“El BPA es un compuesto químico que ha sido durante años uno de los más utilizados en la manufactura de plásticos de policarbonato y resinas epoxi. Este estuvo presente en todo tipo de envoltorios de alimentos, dispensadores de bebidas y botellas reutilizables, recipientes de almacenamiento, así como recubrimientos protectores y latas. Después de muchos estudios científicos, se ha demostrado que esta sustancia migra y puede ser absorbida en pequeñas cantidades a los alimentos y bebidas, lo que lo hace perjudicial a largo plazo para la salud. Por eso es importante que si uno va a comprar este tipo de envase, vea que sea 'BPA free'”, remarcó.
Además, hay otro dato para tener en cuenta: las botellas de plástico son las que tienen menor durabilidad, con un promedio de un año antes de comenzar a degradarse.
La limpieza y el material del recipiente son claves para evitar la proliferación de bacterias y la liberación de sustancias nocivas. Foto publicada en Los Andes.
La clave: una limpieza adecuada
El riesgo más común en todas las botellas, manifestó la especialista, es la proliferación de microorganismos provenientes de la cavidad oral del usuario.
Entre las bacterias más comunes que pueden encontrarse en botellas mal higienizadas están la Escherichia coli y la Staphylococcus aureus, ambas asociadas a infecciones gastrointestinales y cutáneas. Además, los hongos pueden desarrollarse en las superficies internas de la botella, especialmente si se almacenan bebidas azucaradas o se deja agua en su interior durante varios días.
Para evitarlo, Fusari recomendó lavarlas a diario con agua, detergente y una esponja para eliminar residuos acumulados. No se recomienda un cepillo, ya que puede rayar la superficie del envase y afectar el material. Además, las botellas plásticas deben desinfectarse con lavandina al menos una vez por semana, mientras que las metálicas pueden desinfectarse con agua hirviendo.
“Un punto clave es permitir que la botella se seque completamente antes de guardarla. Esto hay que hacerlo con la botella destapada para evitar acumulación de humedad. También es importante desarmar y limpiar las piezas adicionales, como bombillas o picos dispensadores, que pueden convertirse en focos de acumulación de bacterias”, señaló.
Entre las bacterias más comunes que pueden encontrarse en botellas mal higienizadas están la Escherichia coli y la Staphylococcus aureus, ambas asociadas a infecciones gastrointestinales y cutáneas. Foto: Pixabay.
Cuándo reemplazar la botella
Fusari enfatizó que ninguna botella es eterna y que su vida útil depende del uso y el mantenimiento. "Si empezamos a notar grietas, corrosión, trizaduras o rayones profundos, es momento de descartarla", señaló. En el caso de las botellas de acero inoxidable, la oxidación en los bordes es una señal clara de que ya no es segura para el consumo.
En cuanto a la mejor elección de material, Fusari recomendó las botellas de vidrio para adultos y de aluminio, para niños, siempre asegurándose de que el uso sea exclusivamente con agua. Además, advirtió sobre el uso de agua filtrada, ya que al eliminar el cloro puede favorecer el desarrollo de microorganismos si se almacena por más de 24 horas.
“Si bien nadie ha muerto por una botella no lavada, es importante recordar que una vez que se utiliza la botella no se debe dejar agua en su interior sino la vamos a utilizar más. Si llegamos a nuestra casa, se recomienda abrirla para que se oree y lavarla una vez a la semana por lo menos”, detalló
Fusari también recomendó evitar compartir botellas, ya que son artículos de uso personal y pueden convertirse en un canal de transmisión de gérmenes.
“Las botellas reutilizables son una opción ideal para mantenerse hidratados, pero deben ser utilizadas con responsabilidad. Optar por materiales seguros, lavarlas a diario y estar atentos a los signos de desgaste son claves para evitar problemas de salud y garantizar su buen funcionamiento”, concluyó.
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