Por la causa de corrupción impulsada a través de los cuadernos del chofer de Claudio Baratta, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner había sido llamada a declaración indagatoria el 13 de agosto para cerrar una ronda de 18 indagados. Ahora, el juez Claudio Bonadio prepara un pedido de desafuero para la actual senadora de Unidad Ciudadana, según señaló La Nación. 

El fuero es un privilegio de inmunidad otorgado a los legisladores pensado para protegerlos de posibles denuncias carentes de fundamento, comúnmente del Poder Ejecutivo, utilizadas para controlar a través de la fuerza. No pueden ser detenidos a menos que sean encontrados in fraganti delinquiendo. Para que el desafuero se concrete y el legislador denunciado ante la Justicia pueda ser puesto a disposición de la misma, se necesitan los votos de dos tercios de su Cámara legislativa.

Como la exmandataria tiene fueros, si no se presenta a la indagatoria no puede ser llevada a declarar a los tribunales por la fuerza pública si no es previamente desaforada por sus pares del Senado. Tampoco puede ser allanada su casa ni se le puede dictar una prisión preventiva.

Será la segunda vez que Bonadio hace este requerimiento (la primera ocasión fue por la causa del memorándum con Irán). Si bien este primer pedido sigue vigente, su tratamiento fue aplazado y, según señala el diario porteño, fue elevado a juicio y ahora se encuentra en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N.º 8, responsable de excarcelar a Carlos Zannini y a Luis D’Elía. Lo hicieron con argumentos aplicables también a Fernández de Kirchner, por lo que, si fuera desaforada, la expresidenta sería rápidamente excarcelada.

Con este razonamiento, el juez federal decidió pedir que se le quiten los fueros por esta causa, en la que se la acusa de liderar una asociación ilícita junto a Julio de Vido y su exmano derecha, Roberto Baratta. Su juzgado está redactando este pedido y este será elevado en los próximos días.

La hipótesis delictiva que se investiga es una supuesta asociación ilícita encabezada por la expresidenta, Julio De Vido y Roberto Baratta como organizadores. En función de estas acusaciones, Cristina y su exministro de Planificación Federal deberán declarar ante la justicia.

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Qué puede suceder

Si el desafuero es tratado en el Senado y dos tercios de los senadores lo aprueban, Cristina Fernández de Kirchner podrá ser juzgada como cualquier ciudadano. Pero esto no es muy probable, ya que los votos del peronismo serían decisivos en ese escenario y en la Cámara Alta impera la llamada “doctrina Picchetto” o “doctrina Menem”.

Esto consiste en una postura histórica del peronismo del Senado, liderado por Miguel Pichetto, de no quitarle la inmunidad de arresto a ningún legislador mientras la sentencia no esté firme. Para muestra está el caso del expresidente Carlos Menem, condenado por tráfico ilegal de armas y pagos de sobresueldos a sus funcionarios con fondos reservados de la SIDE.