La crisis de las reservas no hace que más aumentar. Así lo demostró el Banco Central de la República Argentina (BCRA) al aplicar otro recorte al cupo de divisas autorizado para el pago automático de importaciones, que cayó de 75 mil a 50 mil dólares por operación y por día.

ste es el segundo ajuste que se aplica a ese tope en menos de un mes. El 27 de octubre, el BCRA lo había disminuido de 150 mil dólares (valor que regía desde septiembre de 2014) a 75 mil dólares. Como esto no dio resultado, el presidente del organismo, Alejandro Vanoli, debió rebajarlo aún más y se lo notificó a los importadores por un mensaje de WhatsApp. La operación de Vanoli pretende evitar que el Gobierno se vea forzado a aplicar una nueva devaluación del peso.

El nuevo recorte se conoció ayer lunes 16 poco antes del mediodía, cuando quienes habían concurrido a primera hora a los bancos con declaraciones juradas de importación (DJAI) ya aprobadas, y por hasta 75 mil dólares, se encontraron con que no les vendían los dólares para hacer el pago sin esgrimir siquiera motivo alguno y sin que, como fue común otras veces, les sugirieran fechas alternativas para cursar la operación.

Para Miguel Ponce, director de la Fundación para el Comercio Exterior Siglo XXI, el nuevo mínimo coloca "técnicamente a muchas empresas en riesgo de caer en default comercial. Lo único que van a lograr con esto es que se generalicen aún más los amparos o que sean cada vez más las compañías que hagan contado con liqui", apuntó, en relación con las medidas judiciales que fuerzan al BCRA a entregarles los dólares a las empresas con DJAI ya validadas.

Según explica el sitio de verificación del discurso público Chequeado.com, el contado con liqui es una operación por la cual una persona o empresa puede cambiar pesos argentinos por dólares en el exterior, mediante la compra-venta de acciones o títulos de deuda. Dado que el BCRA otorga un cupo limitado de dólares al sector industrial, este mercado es una fuente legal de divisas para las empresas e importadores en tanto que fue impulsado por el Gobierno, ya que necesita un mercado informal donde canalizar transacciones para que algunas empresas puedan importar lo que el Banco Central no les provee, con el fin de no poner en peligro a las reservas.

El ajuste, que afectará además a las agencias de turismo por paquetes de vuelos y hoteles en el extranjero, le permitió al BCRA reducir de 140 millones de dólares a 120 millones de dólares su pérdida por intervenciones de mercado respecto de la semana anterior. Pero no logró detener la caída de las reservas contables, que ayer lunes 16 por la noche cerraron en 26 103 millones de dólares, tras otra merma de 88 millones.