Alfredo Zaiat (a favor):               

¿Cuáles son los aspectos fundamentales que usted cree que se necesitan para modificar la carta orgánica del BCRA?

Unos de los aspectos que me parecen importante remarcar, a nivel general, es que en estos últimos años se han planteado cuales son las asignaturas pendientes del Kirchnerismo (primero el gobierno de Néstor y ahora el de Cristina). Y rápidamente aparece una necesidad de reforma tributaria y financiera.  Este último punto, el de la reforma financiera, con la modificación de la carta orgánica del Banco Central y la modificación de dos artículos de la Ley de convertibilidad se avanza, se profundiza, se inicia una reforma financiera imprescindible y necesaria para la Argentina.

Lo que significa es poner en línea como han sido los hechos estos últimos años dentro de un proyecto de desarrollo económico, que a la vez hay que decir que es lo que hacen la mayoría de los Bancos Centrales en el mundo. Es falsa esa idea de la independencia del Banco Central. Sí hay con esta reforma de la carta orgánica un mayor involucramiento de la autoridad monetaria sobre la política financiera y monetaria en función de velar por la estabilidad de la moneda, ocuparse de la inflación, propender que no haya fraudes y quiebras (como hubo en las décadas pasadas) y el desarrollo económico con inclusión social.

¿Está de acuerdo con que los países utilicen sus reservas?

Los países utilizan las reservas, por ejemplo Brasil financia importaciones u otros países asiáticos arman fondos soberanos y con esas reservas compran empresas o participaciones accionarias, tanto en su país como en otros.  El tema de que las reservas no se pueden utilizar parte de esa concepción ortodoxa,  la cual es en función de defender los intereses del sistema financiero y de los jugadores seriales de capital en Argentina;  que dicen que debés tenerla para financiar la fuga de capitales. Me parece que ahí hay que comenzar a desmontar las fantasías que, una y otra vez, reiteran los economistas y voceros de los intereses económicos de las finanzas.

En algo que coinciden todos, hasta los que están en contra de esta reforma, es que en realidad el Banco Central así como está le permitió trasladar el poder de la economía al sistema financiero.

Bueno, lo que pasa es que desde la década del 70, con la dictadura militar, y que se agudizó con la década del 90, el Banco Central se convirtió en el reducto y la trinchera más fuerte de los sectores ultra liberales de la Argentina. Eso fue el Banco central durante décadas y con el desembarco de Mercedes Marcó Del Pont comenzó una lenta, compleja y difícil restructuración de uno de los reductos más ultra liberales de la estructura institucional económica argentina.

Alfredo, ¿y por qué no eliminar totalmente lo que queda de la Ley de convertibilidad?

 Porque ahí hay algunos artículos que están vinculados con el tema de la indexación, que el gobierno consideró que en este momento no es conveniente, teniendo en cuenta las tensiones inflacionarias y la sensibilidad vinculada con los precios.

Si se aplicaría de nuevo la indexación de precios o de salarios, ¿podría desatar otra ola inflacionaria?

Y de tarifas fundamentalmente. Digamos habilitar a la indexación a algunos sectores que hoy no la pueden hacer automáticamente.

¿De esa manera evitaría el gobierno eso, es lo que pretendería en principio?

Sí, exactamente.

Enrique Vaquié (en contra):

¿Cuál es la lectura que hace acerca de esta propuesta del gobierno?

Creo que hay varios puntos a tocar. Uno, que es obligado, y que la misma presidenta del Banco Central me lo reconoció ayer, es que el gobierno nacional se ha quedado sin la posibilidad de sacar su plata de las reservas del Banco Central para sus gastos, su comportamiento; y necesitan un cambio de las definiciones de que reservas hay que proteger para que los ahorristas, las personas que tenemos algunos pesos en el bolsillo, nos sintamos protegidos.

El hecho del que gobierno se quedó sin fondos es uno de los motivos por el cual hay que cambiar la ley de la carta orgánica del Banco Central y sobre todo con tanta premura. La Presidenta citó varios países que cambió la misma, pero lo hicieron tardando, en el mejor de los casos, 6 o 7 meses de discusión, de trabajo y esfuerzo para llegar a un acuerdo de mejor carta orgánica. Acá el proyecto entró el viernes de la semana pasada y hoy firmamos dictamen. Lo estamos haciendo con esta premura porque el gobierno se quedó sin plata. Esto es parte de lo que la Presidenta llama entre comillas “la sintonía fina”, porque no es correcto decir ajuste lo que está realizando el gobierno nacional.

Eso es una parte. La otra parte es que el banco central publica muchas estadísticas vinculadas con la economía que se contradicen con las otras áreas de gobierno, más precisamente con el INDEC. Y hay un montón de artículos que restringen la información que el Banco Central entrega a todos los ciudadanos, a partir del cual los empresarios invierten, los trabajadores saben el nivel de inflación que se espera para el año siguiente, etc. Es por eso que hay que restringirlo porque sino nos contradecimos, el gobierno se contradice con las distintas partes que lo componen.  Entonces hay una serie de artículos que hay que eliminar porque produce contradicciones y el banco central tiene la obligación de publicarlo porque la carta orgánica del mismo así lo indica. Es por eso que el oficialismo va a intentar limitar esa información que se entrega, o al menos que no sea obligatoria para que con el tiempo el Banco Central deje de publicar.

Y la tercera parte tiene que ver con la que el gobierno más publicita, la cual es entregarle alguna orientación al crédito. Esas son las 3 patas fundamentales del proyecto que el oficialismo va a sacar dictamen.

¿Hay posibilidades de que se modifique o que acepten en algún tipo de propuesta para modificar algo del proyecto del oficialismo?

De la oposición no. A lo mejor hay algún cambio cosmético pedido por algún legislador privado del oficialismo.

Algo que planteó la presidenta en su discurso fue que con esta reforma no haría falta reformar la Ley de entidades financieras, ¿coincide con eso o usted cree que hay que ir más allá y reformar todo el sistema con esta Ley?

Yo creo que la presidenta actual y el ex presidente trabajaron con algunos sectores que después se pelearon (como con el sector petrolero). Creo que ahora con el sector financiero está pasando lo mismo. Esto es una carta orgánica y una nueva propuesta del sistema financiero donde los banqueros, lejos de preocuparse, están muy contentos porque la orientación de créditos no van a tener que sacarlo de su bolsillo sino lo van a sacar de los fondos de los depositantes, o sea del fondo tuyo, mío, de las personas que nos escuchan.  Esto es una muestra de que en la actualidad no se puede saber qué es lo que pasa en los próximos días, y que el gobierno tiene una alianza táctica con los banqueros y el sector financiero.