Los chilenos se volcaron a las calles este 21 de agosto y reunieron en una gigantesca manifestación alrededor de un millón de personas en la segunda protesta familiar "No + AFP", que busca modificar el sistema de pensiones vigente. Al final de la jornada de protesta, los organizadores llamaron a realizar un paro nacional en noviembre.

Tan solo en Santiago desfilaron unas 100 mil personas. Los chilenos demandan al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet que ponga fin al sistema privado de pensiones impuesto por la dictadura militar de Augusto Pinochet en 1981, pues da ingresos muy bajos a los pensionados. 

La segunda marcha contra el sistema privado de pensiones en menos de un mes sorprendió a todos por su magnitud. "La ciudadanía se cansó de un país que le da la espalda a las grandes mayorías, concentrando la propiedad y la riqueza en tan pocas manos", dijo Luis Mesina, coordinador de la plataforma "No+AFP", ante los micrófonos de RFI.

Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) funcionan sobre el principio de la aportación individual de cada trabajador o empleado, el cual contribuye con el 10 % de su salario mensual. Este sistema por capitalización se diferencia del sistema por reparto porque la persona pensionada recibe al final de su carrera lo que ella haya aportado, más la capitalización de esas aportaciones. En el sistema por reparto, en cambio, las contribuciones de los trabajadores en activo van a un fondo común donde el Estado también participa.

Cuando se implantó el sistema privado de pensiones, las autoridades prometieron que el trabajador en activo recibiría al momento de su jubilación el 70 % del último salario. Pero la realidad ha mostrado ser muy diferente. La mayoría de los pensionados reciben un ingreso que ronda los 400 dólares, una suma que no alcanza para vivir, afirma RFI luego de entrevistar a los manifestantes.
 

La propuesta de Bachelet no alcanza un acuerdo

La presidente Michelle Bachelet presentó días atrás su propuesta de reforma de las AFP. Concretamente plantea que las contribuciones individuales pasen a ser del 15 % en lugar del 10 % actual, que ese porcentaje adicional sea con cargo a los empleadores y que el ajuste se realice paulatinamente.

Bachelet llamó a constituir un "gran acuerdo nacional" sobre el tema.  Sin embargo, ese planteamiento está lejos de generar unanimidad, porque los chilenos quieren un acuerdo grande pero donde no intervengan las AFP sino con quienes poseen los recursos.

Del otro lado Rodrigo Pérez Mackena, el presidente de la Asociación de AFP, calificó de "irresponsable" volver al sistema por distribución. "Un sistema de reparto solidario en Chile no es viable porque enfrentamos serios problemas demográficos", afirmó en declaraciones a la prensa local.