El juez federal Julio Leonardo Favio, de Salta, hizo lugar al recurso de amparo presentado por la madre de un niño de seis años y autorizó por primera vez en Argentina el autocultivo de cannabis con fines medicinales.

La sentencia establece que la madre del niño –que sufre diariamente dolores causados por un trastorno neurológico– podrá cultivar distintas cepas de cannabis en su hogar hasta que el Estado pueda proveer el medicamento.

El niño padece de neurofibromatosis (NF1). La NF1 es un trastorno hereditario que puede ocurrir en uno cada 4000 niños y causa la formación de tumores en la capa profunda de la piel, en los tejidos nerviosos del cerebro y la médula espinal, lo que puede provocar dolor, daño nervioso grave y pérdida de funciones.

"Sus padres habían probado con un aceite determinado, pero advirtieron que al tiempo dejaba de producirle efecto y que necesitaban ir rotando de variedad, por lo que se decidieron a presentar un amparo ante la justicia", afirmó a Télam Guido Giacosa, uno de los abogados de la madre del niño. El letrado agregó que la mejora en su  calidad de vida fue “radical”. Anteriormente, el niño debía tomar morfina y analgésicos muy potentes con efectos adversos sobre su salud, “pero con el uso del aceite dejó de sufrir dolores agudos, empezó a tener amigos y comenzó a ir a la escuela, por lo que la familia no estaba dispuesta a suspender el tratamiento", señaló Giacosa.

¿El fallo puede propiciar sentencias similares? El abogado respondió que sí, porque “la cautelar tiene un peso específico muy importante por su interpretación del derecho a la vida”. Según explicó, la sentencia se asienta sobre una interpretación del derecho a la vida, el cual implica "el disfrute de la más alta salud posible".

A un año de la Ley de Cannabis Medicinal

El 29 de marzo se cumplirá el primer aniversario de la aprobación en Congreso de la Ley 27350 de Uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados. En la misma, el autocultivo no estaba incorporado de forma explícita. La reglamentación de la ley restringió el acceso al medicamento a las personas que tengan epilepsia refractaria, cuenten con prescripción médica y estén inscriptos en un registro especial en el Ministerio de Salud.