Macedonia, Eslovenia, Croacia y Serbia han comenzado a aplicar este miércoles 9 de marzo restricciones fronterizas a la entrada de inmigrantes, lo que supone el cierre efectivo de la ruta de los Balcanes para los refugiados. La medida no ha supuesto ninguna alteración de impacto inmediato, porque los refugiados llegan en grandes contingentes tras el cierre de la frontera de Macedonia con Grecia a finales de febrero y la situación ya era de bloqueo casi absoluto. De este modo, las más de 36 mil personas que se encuentran atrapadas en Grecia ven cómo cada día se vuelve más lejana la posibilidad de poder viajar a otro país europeo y encontrar una solución a su situación.

Actualmente, unos 10 mil inmigrantes se encuentran atrapados en el lado griego de la frontera con Macedonia. El país balcánico ha estado permitiendo la entrada de una pequeña cantidad de sirios e iraquíes, pero ahora dejará de hacerlo tras el endurecimiento de las políticas en los países vecinos.

Desde el pasado otoño, los refugiados llegados desde Turquía a las costas griegas seguían su viaje por Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia hasta Austria, Alemania y otros países del norte de Europa. "Hemos cerrado completamente la frontera", explicó un oficial de la Policía macedonia. Por su parte, el Ministerio del Interior del país comunicó que "Macedonia actuará acorde con las decisiones adoptadas por otros países en la ruta con los Balcanes".

Eslovenia, Croacia y Serbia someterán a cada solicitante de asilo a un control individual, mientras que Macedonia cierra "completamente" su frontera. Eslovenia, Croacia y Serbia anunciaron el martes que van a poner en marcha nuevas restricciones a la entrada de inmigrantes.

Las decisiones fueron anunciadas horas después de que los líderes de la Unión Europea declararan el cierre de esta ruta durante su cumbre del lunes con Turquía. De esta forma, estos países ya no permitirán el paso de refugiados en tren o autobús, como sucedió en los últimos meses, y cada persona será sometida a un control individual.

Mientras tanto, unos 1000 inmigrantes siguen varados en un campamento para refugiados del lado macedonio de la frontera con Serbia, mientras que otros 400 más están atrapados en "tierra de nadie" entre Serbia y Macedonia. Estos se niegan a regresar a Macedonia y no se les permite cruzar a Serbia. "A partir de la medianoche ya no existe como hasta ahora la migración a través de la ruta de los Balcanes", indicó anoche el Ministerio esloveno del Interior en un comunicado. Solo podrán acceder a Eslovenia "los extranjeros que cumplan los requisitos para entrar en el país", es decir, aquellos con pasaportes y visados válidos para la zona Schengen. El primer ministro esloveno, Miroslav Cerar, anunció ayer desde Bruselas que su país se limitará a recibir a entre 40 o 50 refugiados de Oriente Medio al mes o unos 570 al año, conforme a las cuotas acordadas anteriormente en Bruselas.

También Serbia ha introducido las restricciones después de que Eslovenia informara que iba a restaurar la normativa Schengen. En Serbia no ha entrado ningún refugiado desde la vecina Macedonia en las últimas 48 horas, informó la televisión pública Serbia RTS.

En la frontera entre Macedonia y Serbia no hay ya refugiados y en los centros de acogida tampoco se han registrado nuevos refugiados desde hace dos días.